Bajo las estrellas

Manu Reina
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El Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha permite al visitante «emprender un viaje» para descubrir «la historia de la astronomía» y la importancia de personajes como Copérnico

Bajo las estrellas

El universo es inabarcable e incluso la inmensa mayoría del mismo aún no está al alcance del ser humano, pese a que se han realizado grandes investigaciones y avances a lo largo de los años en esta materia. Es complicado que algún día sea posible, pero nunca se sabe. Lo que sí se conoce a ciencia cierta son muchos de los componentes que dan vida a la Vía Láctea, que es la galaxia donde se encuentra el Sol y los planetas que giran a su alrededor, como es el caso de la Tierra. También se tienen constancia de muchas estrellas, satélites, asteroides o cometas, entre otros cuerpos celestes. A casi la mayoría de las personas les fascina este universo del que tan solo existe una gota de información en todo un océano. Pero, por suerte, no es necesario estudiar astronomía para adentrarse en la materia porque existen espacios como el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha para emprender un viaje hasta el más allá. 

Acceder a este espacio, que se encuentra en pleno casco histórico de la capital conquense, concretamente en la Plaza de la Merced, supone emprender un viaje para descubrir sala a sala el misterio de la evolución del universo. Esta oportunidad atrae cada año a miles de visitantes con muchas ganas de conocer el mundo. Un ejemplo reciente de ello es el IES Alonso de Ercilla de Ocaña (Toledo) que aprovechó ayer la ocasión para averiguar qué esconde el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha. 

Una de las alumnas del centro, Mireia Sánchez, señala que le parece «muy interesante y fantástico poder visitar este museo» y subraya que le «gusta mucho la Vía Láctea porque hay muchas cosas que no hemos descubierto todavía». Tras completar una visita guiada, esta joven recomienda «totalmente» asistir a este museo porque «te sorprendes mucho con todas las cosas que hay». La misma sensación tiene su compañera de clase Isabel Mateos, que señala que «los planetas llaman mucho la atención» y explica que «los paneles del museo ayudan mucho a comprender cosas que antes no sabías». 

En este museo existe un área de astronomía, que ocupa un lugar físico independiente del resto. Comprende dos espacios abiertos al público, como es la Sala de Astronomía y el Planetario, además de una tercera que es el Observatorio, aunque está dirigido a los investigadores que lo necesiten y demanden. Casualmente, en estos momentos, al Planetario no se puede acceder porque se están realizando reparaciones. Este bello espacio cuenta con una gran cúpula de cien metros de diámetro que sirve de pantalla y donde se proyectan distintos cuerpos celestes. De forma periódica se realizan talleres, actividades y eventos para el visitante.

La directora del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, Isabel Buleo, explica que «realizamos talleres educativos y tratamos de ir renovando todos nuestros contenidos» porque el principal objetivo de este espacio es «enseñar» sobre muchas materias, como por ejemplo la astronomía. Además, Buleo ensalza que la Sala de Astronomía permite «hacer un recorrido a través de la historia de la misma y conocer personajes muy importantes como Alfonso X el Sabio, Nicolás Copérnico o Galileo Galilei, que fueron hitos muy importantes para conocer los campos celestes». 

Efeméride. El Día Internacional de la Astronomía se celebra dos veces al año, en primavera y en otoño. La primera celebración se lleva a cabo un sábado entre mediados de abril y mediados de mayo, el que esté más cercano a la primera luna cuarto creciente. En esta ocasión se conmemorá mañana 29 de abril. Por su parte, la segunda fecha sucede el sábado más cercano al primer cuarto de luna, concretamente entre septiembre y octubre. En esta ocasión será el 23 de septiembre.