Alberto Núñez Feijóo: a las puertas de La Moncloa

SPC-Agencias
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El presidente del PP acumula un enorme caudal de liderazgo político apuntalado por cuatro mayorías absolutas en Galicia, un resultado que espera repetir el próximo domingo para traer el cambio a España

Alberto Núñez Feijóo: a las puertas de La Moncloa - Foto: Jon Echeveste

El perfil

Fecha de nacimiento: 10/09/1961

Lugar de nacimiento:  Os Peares, (Orense)

Formación:  Licenciado en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela

Experiencia profesional:  Funcionario del Cuerpo Superior de la Administración General de la Xunta de Galicia

La curiosidad:  Feijóo inició su carrera política a una edad tardía, con 30 años fue nombrado secretario general técnico de la Consejería de Agricultura de la Xunta.

 

Los hechos preceden al candidato del PP a las elecciones generales en forma de cuatro mayorías absolutas a sus espaldas en Galicia, que son la mejor hoja de presentación del que podría convertirse en una semana en el nuevo presidente de España, incluso sin el bastón de Vox. 

Porque Alberto Núñez Feijóo (Os Peares, Orense, 1961) se reivindica moderado, discreto e incluso aburrido, pero no renuncia a la épica con una voluntad férrea y una gran capacidad de gestión. En su debut como aspirante al 23-J ha versionado su primer lema electoral -de Chegou o momento a Es el momento- para intentar atraer el voto no solo de la derecha, sino también de los descontentos de la izquierda.

Hace un año dejó la Xunta para ir al rescate de su partido, hace dos meses se apuntó la victoria de las elecciones autonómicas y municipales y ahora pide que los españoles se unan bajo las siglas del PP para poner a un «chaval nacido en una aldea» en La Moncloa.

A su despacho de Génova llegó por aclamación, como el mesías al que se encomendaron todos los populares para cerrar la crisis entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Y para dar el empaque necesario para vencer a Pedro Sánchez. Cuatro años hicieron falta para que Feijóo cogiese ese tren, que dejó pasar en 2018, cuando todos le esperaban. 

En Madrid se ha tenido que enfrentar a las expectativas que desde Galicia había despertado en la política nacional y a un PSOE que busca desmontar su imagen de gestor, reformista y de centro. 

Para hacerle mella, los socialistas han recurrido a su mayor polémica, las fotos de Feijóo con el narco Marcial Dorado en un barco, tomadas en los 90, cuando su entonces amigo era contrabandista de tabaco, y difundidas en 2013. Y también a su relación con Vox. Día a día, mitin a mitin, recuerdan los de Ferraz que el PP ha metido al partido de Santiago Abascal en los Gobiernos. Primero en Castilla y León y después en la Comunidad Valenciana y en Extremadura. 

La incógnita es si lo hará en el Consejo de Ministros. Feijóo dice que intentará evitarlo por todos los medios y para ello pide el voto útil en torno al PP y apela a las mayorías absolutas obtenidas en Andalucía o Madrid -con él a los mandos-, los pactos con otros partidos o el rol del PSOE, al que ha ofrecido un pacto para que gobierne la lista más votada que los socialistas siguen sin querer firmar.

Juego de equilibrios

En su etapa como líder de la oposición, con escaño en el Senado, Feijóo ha desplegado un juego de equilibrios. Ha recuperado la relación con Vox y pide entenderse con el PSOE. En lo programático, combina el aval a la ley de plazos del aborto y a la reforma laboral con la promesa de derogar el sanchismo. 

En su afán por conquistar a todo el espectro político ha confesado que votó a Felipe González, cuyo cambio político en 1982 llama a emular desde el campo contrario.

Al frente del PP, Feijóo ha dado acomodo a los discursos más moderados, como el de Juanma Moreno, y los más ideológicos, como el de Isabel Díaz Ayuso, y ha reunido a las dos almas de partido, José María Aznar y Mariano Rajoy, en un mismo escenario. Y lo ha hecho con una autoridad indiscutida, heredera de la que logró en Galicia, su mismo núcleo duro, que se ha mudado con él, y un control férreo de la información sobre sus decisiones. Con él, los barones han recuperado su autonomía, sin perder de vista que le deben lealtad. 

A las urnas Feijóo somete una trayectoria de tres décadas de gestión. Licenciado en derecho, abandonó su sueño de ser juez por el despido de su padre y opositó al cuerpo superior de funcionarios de Galicia, donde ascendió de la mano del popular José Manuel Romay Beccaría hasta lograr un puesto técnico de designación política en la sanidad gallega. Desde ahí dio el salto al Gobierno de Aznar, para dirigir el Insalud y Correos. A Galicia regresó con la crisis del Prestige por la renuncia del delfín de Manuel Fraga, Xosé Cuiña.

Tras ser consejero de Infraestructuras y vicepresidente primero, sucedió a Fraga al frente del PP gallego en 2006. Y con una oposición dura contra el bipartito del PSdG y el BNG devolvió a su partido el poder.

A su primera mayoría absoluta, en 2009, Feijóo le sumó otras tres, igualando a su predecesor, Fraga, al que ahora podría superar si consigue que por segunda vez un gallego gobierne España.