Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


Una tirolina, una buena noticia y Marco Pérez

19/01/2023

Comenzábamos la semana dándonos cuenta de lo triste que es el invierno, del excesivo tiempo que hace que nuestra cuenta recibió una alegría en forma de nómina y de la añoranza de ese clima festivo que, prácticamente, disfrutábamos durante todo el mes de diciembre. Los entendidos en identificar qué nos pasa llaman a esto Blue Monday. Es una forma muy educada o culta de lo que por aquí denominamos todo un bofetón de realidad. Y en esas andamos, sumergiéndonos de nuevo en el día a día que, sin lugar a dudas, viene marcado esta semana por la celebración en Madrid de Fitur, cita en la que nos afanamos por mostrar al mundo todas las razones por las que hay que dejarse abrazar por la capital conquense. Añadámosle este año además las actividades programadas con motivo de la capitalidad gastronómica y encontraremos una pila de razones para que, desde el punto de vista turístico al menos, 2023 sea un año ciertamente inolvidable. Y es que parece que hemos encadenado una racha de buenas noticias.

Tras algo más de tres años, la semana próxima la tirolina urbana de la Hoz del Huécar entrará en funcionamiento. Toda una alegoría del deseo de la ciudad de alzar, por fin, el vuelo. Ojalá se convierta pronto en un recurso imprescindible para disfrutar de la riqueza paisajística de la ciudad. Pero es que, desde la Junta de Comunidades, recibíamos dos magníficas noticias en forma de ampliación del proyecto de la empresa Toro Verde y la más que posible instalación de una multinacional que viene a traer cientos de puestos de trabajo. Si ambos proyectos cuajan tal y como nos han contado, quizá sí se fije población e incluso, en el más optimista de los escenarios, podamos atraerla. Mientras que esperamos y confiamos en que esto sea así, el pasado martes, amén de celebrar San Antón, se cumplían cuarenta años desde el fallecimiento de D. Luis Marco Pérez, eje vertebrador de la actual configuración de nuestra Semana Santa, cuya obra podemos encontrar en diversos espacios urbanos.

En las últimas semanas el trabajo de D. Luis, en concreto el laureado Hombre de la Sierra, ha vuelto a estar de actualidad. Las continuas agresiones recibidas por esta escultura en el degradado Parque de San Julián hicieron que se trasladara al espacio Marco Pérez del Museo de Semana Santa donde puede contemplarse junto a otras obras de tan insigne escultor. Cierto es que esta obra está destinada a embellecer el espacio urbano y que ahí debería mantenerse, pero visto el nivel de educación y respeto que algunos gastan quizá sea buena la salomónica decisión de hacer un vaciado de esta obra para que vuelva a lucir en el Parque de San Julián, una vez que este se rehabilite. Lo sorprendente de esto es que la continua alabanza al legado artístico D. Luis no ha ido pareja a la reclamación de un espacio museístico propio en que podamos contemplar las más de 200 obras (en forma de dibujos, bajorrelieves, esculturas…) legadas al Museo de Cuenca en la década de los ochenta.