El FS VivoCuenca recupera «confianza» para las dos jornadas ligueras que restan para el final de campaña después de empatar en casa ante el segundo clasificado. Los chicos de Manolo Moya demostraron que quieren ascender de categoría y supieron contrarrestar a un CD Sierra San Vicente que llegó a ponerse cero a dos en el marcador. «Hicimos un gran trabajo y mantuvimos casi siempre el control del partido», señala el técnico.
Los conquenses siguen en la primera posición de la clasificación y cuentan con un punto más que el segundo y dos sobre el tercero, el Valdepeñas B. El filial vinatero se ha apuntado a la fiesta a última hora y no hay duda que aprovechará cualquier tropiezo de los primeros clasificados. Por delante quedan «dos finales, como venimos afrontamos los partidos desde hace tiempo», subraya Moya.
La primera de ellas llegará este este sábado (20,00 horas) con la visita al Águila FS, que es penúltimo en la tabla y está matemáticamente descendido de categoría. El entrenador señala que su equipo viajará «con la convicción de ganar y de hacer un gran partido para sumar los tres puntos». De no ser así diría prácticamente adiós a un sueño que prácticamente tocan con los dedos de la mano y que siempre se han posicionado como claros candidatos a conseguirlo. De hecho, el equipo lleva prácticamente todo el curso en la primera posición. «Sabemos que no podemos fallar y no lo haremos», añade.
Tras este partido llegará un último escollo antes de estallar de júbilo. El encuentro final se celebrará durante el último fin de semana de mayo, con horario unificado, y los conquenses esperan afrontar este partido «dependiendo de sí mismos, que es algo muy importante», ensalza moya. El rival será el UD Azuqueca, que se sitúa en décima posición y en tierra de nadie. Los alcarreños atraviesan además su peor momento de la campaña tras enlazar seis derrotas seguidas.
Afición. La noticia positiva es que para asumir este camino hasta la gloria no estarán solos porque detrás habrá una gran masa de aficionados que no dejarán de apoyar al equipo. El fin de semana se personaron en El Sargal «más de 800 personas», por lo que «pudimos disfrutar de un gran ambiente». El aliento de los seguidores fue fundamental para que los jugadores pudieran remontar el partido y mantener así intactas las opciones de acabar como campeones de Liga.
Por delante, dos duelos que pueden marcar la historia de un club que tiene entre ceja y ceja poder ascender de categoría. Todo hace indicar que así será, pero «no podemos relajarnos» en ningún momento, sentencia el técnico.