El teatro clásico tiene acento manchego

J.M.Beldad
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Más de cuatro décadas después de su fundación, el festival convierte cada rincón del casco histórico de Almagro en un escenario abierto al mundo • La edición de 2025 incluye más de 20 estrenos

Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Foto: Rueda Villaverde / Tomás Fernández de Moya - Foto: Rueda Villaverde

Desde hace casi medio siglo, cada mes de julio, Almagro se convierte en una ciudad habitada por los clásicos. El Festival Internacional de Teatro Clásico, que en 2025 alcanza su 48ª edición, ha transformado este enclave manchego en la referencia mundial del teatro de los siglos XVI y XVII. Fundado en 1978 como unas jornadas dedicadas al Siglo de Oro, el festival ha crecido hasta convertirse en una cita ineludible para compañías, intérpretes y aficionados de todo el mundo. Lo que empezó como una modesta celebración de la dramaturgia áurea española es hoy un acontecimiento cultural de primer orden, que moviliza cada año a decenas de miles de personas en torno a más de medio centenar de espectáculos.

Lo que hace único a este festival no es solo su enfoque temático, sino su capacidad para convertir toda una ciudad en un escenario vivo. Almagro pone su casco histórico al servicio del arte, y los clásicos resuenan en plazas, patios renacentistas, iglesias, claustros o ermitas barrocas. El Corral de Comedias, el Teatro Municipal, el Palacio de Valdeparaíso o el Teatro Adolfo Marsillach son solo algunas de las sedes que acogen funciones a diario durante tres semanas intensas. En 2025, entre el 3 y el 27 de julio, el festival acoge más de veinte estrenos absolutos, con presencia de compañías de España, Portugal, Italia, México, Colombia, Uruguay y Reino Unido, entre otros países. La edición de este año abrirá con una nueva versión de "Fuenteovejuna" a cargo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, bajo la dirección de Rakel Camacho. Será la primera vez que una mujer dirija esta obra en la CNTC, y el montaje se presenta como una revisión contemporánea que rescata la fuerza colectiva del texto de Lope.

A su vez, se homenajeará a la veterana compañía Morboria por su dedicación al repertorio clásico desde hace más de cuatro décadas. La mirada renovada introducida en los últimos años por la actual directora artística, Irene Pardo, continúa ampliando el alcance del festival. Almagro ya no es sólo un lugar donde se representan textos antiguos; es también un espacio de experimentación, de nuevas lecturas, de apertura al feminismo, a la diversidad y a otras culturas. En los últimos años, el festival ha tenido como países invitados a Colombia, México, Portugal o Uruguay, propiciando un intercambio escénico iberoamericano que enriquece la mirada sobre el teatro barroco. Además de los espectáculos, el festival incluye exposiciones, encuentros profesionales, actividades pedagógicas, funciones inclusivas, teatro familiar y rutas gastronómicas inspiradas en la cocina del Siglo de Oro. Se fomenta así un ambiente participativo y plural que convierte la experiencia de asistir al festival en algo mucho más que una salida teatral: es una inmersión cultural en toda regla.

Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. - Foto: Rueda Villaverde

El impacto del evento es notable en múltiples dimensiones. En lo económico, genera un movimiento anual de más de cuatro millones de euros, con ocupaciones hoteleras cercanas al 100 % y un notable incremento en el comercio y la restauración local. En lo cultural, ha situado a Almagro como capital del teatro clásico, reconocida con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Premio Max a la Contribución de las Artes Escénicas. Y en lo social, ha fomentado la participación de la comunidad, la accesibilidad y la educación teatral de nuevas generaciones. Cada verano, el milagro se repite. Almagro se transforma en un lugar fuera del tiempo, donde el Siglo de Oro vuelve a latir en cada esquina. Y lo hace con vigor, con calidad, con una identidad consolidada que demuestra que los clásicos no solo están vivos, sino que son más necesarios que nunca.

DE LA MODERNIDAD AL CLASICISMO. Equipado con tecnología escénica avanzada, es el puente entre los textos del Siglo de Oro y el teatro del siglo XXI. 

Moderno por fuera, clásico por dentro. Así podría definirse el Teatro Adolfo Marsillach, el mayor espacio escénico del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Inaugurado en 1994 sobre la estructura del antiguo Hospital de San Juan, este teatro aúna funcionalidad contemporánea con la misión de proyectar el legado del Siglo de Oro desde un escenario técnicamente avanzado y versátil. Con cerca de 700 localidades, el Marsillach es el escenario elegido habitualmente para las grandes producciones del festival: espectáculos de gran formato, óperas barrocas, estrenos de la Compañía Nacional de Teatro Clásico o funciones de apertura. Su dotación técnica permite a directores y escenógrafos desplegar propuestas ambiciosas sin renunciar a la esencia de los textos clásicos.

Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. - Foto: Rueda Villaverde

Es, en definitiva, el puente entre la tradición y la innovación. Lleva el nombre de uno de los grandes impulsores del teatro clásico en España. Adolfo Marsillach, actor, dramaturgo y fundador de la CNTC, fue también una figura fundamental en el desarrollo del festival. Nombrar con su apellido este teatro es un acto de justicia y homenaje. Cada verano, sus butacas acogen a miles de espectadores. La experiencia es distinta a la del Corral de Comedias, pero igual de valiosa: aquí el Siglo de Oro se expresa con todos los recursos del teatro del siglo XXI. A lo largo de los últimos años, han pasado por su escenario los nombres más relevantes de la escena clásica nacional e internacional. El Adolfo Marsillach representa la madurez del festival, su capacidad de crecer sin perder el respeto por sus orígenes.

EL ALMA DEL CORRAL DE COMEDIAS. Con su arquitectura original y su atmósfera íntima, el corral se ha convertido en el emblema patrimonial del Festival de Teatro Clásico. 

En el centro de Almagro, como un milagro suspendido en el tiempo, se alza el Corral de Comedias. Descubierto en 1954 durante unas obras en una antigua posada, este recinto teatral del siglo XVII es hoy el único corral de comedias original que sigue activo en todo el mundo, y uno de los emblemas culturales de Castilla-La Mancha. Conservado con una fidelidad admirable a su estructura original, el espacio se ha convertido en el símbolo más reconocido del Festival Internacional de Teatro Clásico. Su arquitectura responde a los cánones del teatro popular barroco: escenario al fondo, galerías de madera en varios niveles, bancos corridos para los espectadores de pie en el patio y una distribución pensada para implicar al público en la acción. Su aforo, reducido a unas 300 personas, convierte cada representación en una experiencia íntima, envolvente, en la que las palabras de Lope, Calderón o Tirso de Molina parecen nacer directamente del siglo XVII.

Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. - Foto: Rueda Villaverde

Desde la primera edición del festival, el Corral de Comedias ha acogido centenares de funciones, convirtiéndose en el epicentro emocional y simbólico del evento. Actuar en él se considera un privilegio para compañías e intérpretes, que encuentran en su atmósfera única un vehículo perfecto para conectar con la tradición del teatro clásico. De noche, iluminado con discreción y envuelto en silencio, el Corral cobra una vida especial. No es un decorado: es el alma viva del Siglo de Oro. Además de las funciones del festival, el espacio acoge visitas guiadas durante todo el año, siendo uno de los principales reclamos turísticos de la localidad. Almagro no se entendería sin él. Ni el teatro clásico español, tampoco.

EL GUARDIÁN DE LA MEMORIA Y LA ESENCIA. Figurines, trajes, manuscritos y escenografías componen un relato visual del teatro español con piezas de Lorca, Xirgu o Espert.

El Festival de Almagro no sólo se vive en los escenarios. También se recorre, se contempla y se estudia en las salas del Museo Nacional de las Artes Escénicas, una de las instituciones culturales más valiosas de Castilla-La Mancha. Ubicado en el antiguo Palacio de los Maestres de la Orden de Calatrava, junto al claustro renacentista del antiguo convento de los Dominicos, este museo alberga la memoria material e inmaterial del teatro español desde el siglo XVI. Inaugurado en 2004 como museo nacional, sus fondos incluyen una colección impresionante de figurines, trajes originales, escenografías, retratos, manuscritos, maquetas, programas de mano y objetos de utilería que narran la evolución del arte escénico en España. Desde Lope y Calderón hasta Lorca y Marsillach, pasando por María Guerrero, Margarita Xirgu o Nuria Espert, las grandes figuras del teatro nacional tienen aquí su espacio. Durante el festival, el museo cobra especial protagonismo.

Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. - Foto: Rueda Villaverde

En sus salas se celebran exposiciones temporales temáticas, muchas de ellas vinculadas a la programación escénica, conferencias, presentaciones editoriales... Es también sede habitual de encuentros académicos y jornadas de investigación, reforzando el vínculo entre escena y estudio. Uno de sus mayores atractivos es su patio, que se transforma en espacio escénico al aire libre durante las noches de julio, acogiendo funciones íntimas de teatro de cámara, lecturas dramatizadas o conciertos de época. La fusión entre continente y contenido es absoluta. En Almagro, el Siglo de Oro tiene su casa, pero también su archivo, su memoria viva.