El Ayuntamiento de Cuenca pretende dar un nuevo impulso al proyecto Smart City-Cuenca Ciudad Inteligente, después de cuatro años desde su puesta en marcha con la instalación de sensores de tráfico y medioambientales por toda la ciudad, así como de paneles informativos con las plazas disponibles en los aparcamientos públicos. 

Y lo va a hacer con una segunda fase que cuenta con un presupuesto de 425.000 euros financiados con fondos Edusi (Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado) y que recibía hace unas semanas el visto bueno de la Junta de Gobierno Local para iniciar su contratación.

La intención municipal pasa por agilizar lo máximo posible su tramitación con el fin de que esté ejecutada antes de finales de año, entre otros motivos, «porque estos fondos europeos deben de estar justificados antes del 31 de diciembre», tal y como detalla el concejal de Servicios Públicos, Obras, Medio Ambiente y Movilidad en funciones, Adrián Martínez Vicente.

Cámaras de control del tráfico rodado. - Foto: Miguel A. Ramón

Ampliar la red LoRA. Con la segunda fase de este proyecto, el Consistorio pretende seguir avanzando en esa transformación digital de la ciudad para atender mejor a la ciudadanía y ser más eficientes como administración pública, a través del uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

No en vano, según el edil, se va a acometer una ampliación y mejora de la Red LoRA con la instalación de repetidores en tres puntos de la ciudad con el fin de contar con una mayor superficie de cobertura e incluir, además, a las ocho pedanías. 

Red de suministro de agua. La sensorización de la red de suministro de agua será otra de las líneas de acción. Para ello se van a colocar sensores en los depósitos de agua y en las casetas de cloración, de tal manera que se pueda conocer en todo momento el nivel de llenado y controlar el nivel de cloración del agua, además de instalar contadores volumétricos, lo que posibilitará detectar anomalías en el suministro, como por ejemplo fugas de agua, y sensores en las estaciones de bombeo. 

Los primeros sensores de control de tráfico se instalaron en 2019 en la calle Fermín Caballero y Hermanos Becerril. - Foto: Reyes Martínez

Esto llevará consigo, en palabras de Martínez Vicente,  un mejor control del funcionamiento de este servicio municipal, al tiempo que permite una mayor eficacia.

Asimismo, se contempla la colocación de dos nuevos sensores medioambientales, que se suman a los ya instalados en la primera fase, si bien todavía no se ha decidido ni su ubicación ni su tipología; es decir, si serán de medición de la calidad del aire o de ruidos, etc.

Plazas de movilidad reducida. Otra línea de actuación se centrará en sensorizar un centenar de plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida. Para el concejal, esto permitirá conocer desde que una plaza está o no ocupada hasta cuánto tiempo se utiliza y con cuánta frecuencia, lo que, sin duda, ayudará a la toma de decisiones  sobre estos elementos.
Esta segunda fase del proyecto Smart City-Cuenca Ciudad Inteligente se completará con la inclusión de una herramienta de gestión de todos esos datos y el análisis del big data; «la parte menos visible, pero no por ello menos importante», concluye.