El cambio legislativo, acometido por el Gobierno castellanomanchego, a principios de noviembre de 2022, en el decreto que regula la creación y el régimen de funcionamiento del Registro de Parejas de Hecho de Castilla-La Mancha ha supuesto un antes y un después para este órgano de carácter administativo dependiente de la Consejería de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital.
Basta con echar un vistazo a las últimas cifras en Cuenca para comprobar el espectacular despegue del número de parejas de hecho que han decidido dar el paso y se han inscrito como tal, como una manera de avanzar un poco más en su relación afectiva.
Y es que en los diez meses y medio que llevamos de año se han inscrito en Cuenca un total de 155 parejas de hecho, más del doble que en todo el pasado ejercicio 2022, cuando se alcanzaron las 72, y supera en 2,5 veces las 62 contabilizadas antes de la pandemia, en 2019.
Flexibilización. El delegado provincial de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Ramón Pérez Tornero, tiene muy claro que este notable incremento de parejas de hecho responde a los cambios legislativos acometidos a finales del pasado año, que «han facilitado más aún las inscripciones, de ahí que hayan crecido de esta manera».
No en vano, este decreto supone una relajación en los requisitos exigidos para darse de alta en el Registro de Parejas de Hecho, con la supresión, por ejemplo, de la obligatoriedad de presentar un certificado del estado civil, que debía emitir la Oficina del Registro, y que ahora se ha sustituido por una declaración jurada de la pareja, en la que aseguran no estar ligados por vínculo matrimonial a otra persona; es decir, que están solteros, viudos o divorciados.
Se elimina, asimismo, la exigencia a las personas extranjeras de hallarse en posesión de una autorización de residencia para poder inscribirse en el Registro de Parejas de Hecho, bastando con un certificado de empadronamiento en un municipio de Castilla-La Mancha.
De la misma manera, se introduce la novedad de que aquellas personas que estén padeciendo una enfermedad grave que requieran de ingreso hospitalario, se encuentren ingresadas en un centro penitenciario o sean víctimas de violencia de género no tienen que comparecer personalmente ante el personal funcionario del Registro de Parejas de Hecho o de alguna de las Oficinas de Información y Registro (OIR) de la Junta de Comunidades para darse de alta o baja del registro; algo que de manera general es obligatorio con el objeto de firmar un acta de comparecencia.
Para ello, la OIR de Cuenca, situada en la calle Las Torres, se encuentra abierta de lunes a viernes, de 9,00 a 14,30 horas y de 16,30 a 18,30, y los sábados, de 11,00 a 14,00 horas.
La supresión de la obligatoriedad de presentar un certificado de convivencia durante, al menos un año, también ha contribuido a rebajar los requisitos y, por lo tanto, a que cada vez sean más las parejas que se quieran inscribir.
De hecho, la edad de las parejas ha bajado considerablemente en los últimos tiempos y cada vez son más jóvenes, después de que tras el Covid fueran muchas las parejas de edad más avanzada las que dieran el pasado y se registraran como pareja de hecho. Una condición que nada tiene que ver con el enlace matrimonial y que, según aclaran desde la OIR de Cuenca, «solo conlleva derechos laborales, pero no económicos».
Los matrimonios, en descenso. Frente al aumento desmesurado de las parejas de hecho, los matrimonios, tanto civiles como religiosos, vienen experimentando un retroceso constante desde 2010, salvando las excepciones del año de la pandemia, cuando se quedaron en los 246, y el 2017, cuando se redujeron a 499.
El resto de ejercicios en este periodo superaron el medio millar de enlaces, si bien se ha pasado de los casi 600 de 2010 a los 502 del ejercicio 2021; último año con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Casi ocho de cada diez matrimonios en 2021 fueron por lo civil, 394, mientras que por la Iglesia se elevaron a 108.
Enlaces religiosos que han descendido de manera notable si se comparan con los 194 de antes de la pandemia. E indicar, por último, que de la gran mayoría, 490, fueron parejas heterosexuales, mientras que ocho fueron entre hombres y cuatro entre mujeres.