Ahora llega el espárrago. Y después será el ajo, la cebolla, el melocotón, el melón, la vendimia… Comienzan las campañas agrarias en Castilla-La Mancha y estas serán las primeras que se harán con la nueva reforma laboral. El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Perez Rey, confirma que la nueva ley está pensada para dar respuesta a las necesidades de mano de obra de los agricultores. «La reforma laboral fue hecha con la vista puesta en el campo», asegura, ya que «el campo fue desde el inicio una de la preocupaciones del Gobierno a la hora de negociar la reforma».

Pérez Rey apunta que hay una fórmula de trabajos ocasionales de 90 días con la que «gran parte de las campañas agrícolas encuentran una cobertura adecuada a través de este instrumento». Pero también reivindica la opción de hacer fijos-discontinuos a los temporeros con los que año tras año cuenta el propietario de un terreno. Subraya que «es posible tener derechos y tener estabilidad aunque los trabajos sean estacionales». Precisamente cree que esa es una de las «grandes conquistas» de esta reforma laboral, la de «demostrar que la estacionalidad de los trabajos no está reñida con la estabilidad».

El secretario de Estado ha hecho estas declaraciones en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UCLM en Toledo, donde hoy ha participado en una jornada precisamente sobre la reforma laboral. Insistió en que tanto con la opción de trabajos ocasionales como los contratos de fijos-discontinuos «son perfectamente posibles, transitables y garantizan y dan satisfacción a las necesidades del campo».

Aunque la reforma laboral lleva apenas un trimestre en vigor, Pérez Rey señala que ya se puede afirmar que es la «más eficaz de nuestro país». Él, que en más de una ocasión la ha denominado 'reforma Díaz', destaca que «en un tiempo récord ha dado un vuelco a la contratación en España».

Lo destaca especialmente en Castilla-La Mancha «donde las cifras en tres meses de reforma laboral son espectaculares en contratación indefinida». Subrayó que hoy en la región hay 36.000 afiliados más que antes del coronavirus.

Además recalca que la nueva ley apuesta por un instrumento como los ERTE cuando las cosas vienen mal dadas como ocurrió con la pandemia. Explica que así se consigue que no se destruya tanto empleo con las crisis. «En Castilla-La Mancha una quinta parte de los trabajadores estuvieron en un ERTE», recordó. «Hoy ya no quedan trabajadores en ERTE», cocluyó