Juan Peñalver, poeta y dramaturgo conquense

Óscar Martínez Pérez
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Juan Peñalver, poeta y dramaturgo conquense

Muchos fueron los conquenses que, principalmente por razones económicas y otros por razones políticas, tuvieron que dejar nuestra provincia e incluso España en el pasado siglo. Uno de ellos fue el poeta, dramaturgo y periodista nacido en Honrubia, en 1926, Juan Peñalver Laserna. Su antólogo, el periodista Florencio Martínez Ruiz, lo  rescató del silencio y del olvido recogiendo (Poetas conquenses del 50) parte de su vida y obra poética, situándolo en la Generación del 50, dentro de lo que se ha llamado la generación conquense de los niños de la guerra… Como no todos los trasterrados de esa generación, Juan Peñalver supo y quiso convertirse en 'ciudadano del mundo' y gracias a su sensibilidad e inquietud convertiría la emigración forzada en una gran aventura intelectual y literaria en las dos Américas.

«Moreno, cetrino, cara de luna, ojos grandes, pelo ensortijado y muy negro. Caminaba erguido, rápido y mirando de un lado a otro». Así se ha descrito a Juan Peñalver Laserna, que vio la luz en Honrubia pero que pronto emigró con sus padres a Barcelona donde vivió su juventud y estudios. Se licenció en Filosofía y Letras, realizando su tesis doctoral sobre el poeta García Lorca, del que llegó a ser un gran conocedor y estudioso. Los que lo cocieron en la Universidad de Barcelona en los años 50 del siglo pasado lo han recordado como un hombre vinculado a los círculos religiosos progresistas, al teatro de arte y ensayo y a la prestigiosa y vanguardista revista El Ciervo de la que fue fundador y colaborador destacado, hasta su marcha a París, en donde vivió varios años. 

En la capital del Sena estrenó en la radio y televisión de Francia sus obras teatrales y diversas 'galerías de poetas hispanoamericanos'. Posteriormente abandonaría Francia para llegar a la colombiana Cartagena de Indias. En esta ciudad caribeña enseguida fue contratado por el Gobierno y comenzó a trabajar para la sección de Teatro Experimental dando las clases de Arte Escénico en el paraninfo de la Universidad de Cartagena. Juan Peñalver, que había creado el Teatro y la Escuela de Arte, montó por primera vez en Cartagena obras teatrales con los clásicos españoles en versión íntegra, además de estrenar obras de teatro propias y de autores como Ionesco o Pinter. 

En 1964 viaja a los EEUU y se radica en Nueva York donde impartirá clases en la cátedra de Literatura en el Lehman College de la universidad neoyorquina, además de en la Escuela de Middlebury, Bernad College, Ateneo puertorriqueño y Museo de Arte Moderno. Peñalver Laserna desarrolló una labor fundamental al grabar poesía, teatro y ensayos en discos microsurcos, que le permitieron destacar como polifacético artista de gran sensibilidad.

Sus viajes y experiencias vitales le proporcionarían la oportunidad de contactar con los movimientos juveniles de entonces y con la filosofía oriental que tan presentes están en su obra poética, además de adelantarse a su tiempo al 'coger al vuelo' las vanguardias que eclosionaban en los denominados 'movimientos liberadores'…

En la obra creadora que nuestro paisano desarrolló a lo largo de su vida destacó –como  sus conocedores y estudiosos han dicho– la poesía, inscrita en la onda de Kerouac, siendo una poesía orientalizada, que se aproximaba al último movimiento 'hippie', rompiendo casi siempre con «el discurso un poco romo del formalismo hispano y acierta a revelar la sintaxis y la puntuación para dar soltura y velocidad al verso… Su poesía ofrece compases muy abiertos estilísticamente y estéticamente, dentro de un vibrante surrealismo». Su teatro se ha relacionado con Ionesco y Arrabal y sus artículos siempre combativos conectaban el mundo y la trascendencia de un 'cristiano impaciente'.

No es sencillo hacer recuento de su obra, ya que algunos de sus títulos poéticos o teatrales no llegaron a editarse. En poesía publicó El otro canto, Puerta de Oriente, Primera antología, Antología de Europa, Mi antología de Indias. Como dramaturgo escribió Los hijos del profesor de griego y El sol enterrado.