Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Esto es lo que ha debido de pensar el Ayuntamiento a la hora de organizar la celebración del día de la ánimas. Una jornada pensada tanto para niños como para adultos y que pretende enseñar y mostrar el origen de los productos y de las tradiciones y que aspira a fusionar fiestas típicas nacionales con otras más internacionales.
Está programada para mañana en los huertos urbanos. Allí se congregarán jóvenes y adultos, que tendrán la oportunidad de buscar calabazas y decorarlas de cinco a siete de la tarde. A partir de las siete, además, se contarán historias de miedo. Como 'plus' para incentivar la participación, los organizadores prometen invitar a merendar. En el menú, un chocolate y un bollo 'monstruoso'. El único requisito para poder 'ponerse la botas' es que se debe ir disfrazado.
Esta actividad está organizada por las concejalías de Agricultura, Medio Ambiente y Sostenibilidad, y Servicios Sociales, Educación y Políticas Inclusivas, a través del proyecto Huertos Urbanos y el Centro de Día de Atención a la Familia y la Adolescencia. Uno de los objetivos que se persigue es que los niños y adolescentes conozcan de dónde vienen los productos que pueden ver todos los días en casa o en el supermercado. En este caso en concreto, debido a popularidad de esta hortaliza en estos días, se han escogido las calabazas. Para ello no había mejor escenario para celebrar esta jornada que en los huertos urbanos.
Además del origen de estos alimentos, dada la proximidad con la festividad de Todos los Santos, se quiere incentivar la divulgación de la tradición de las ánimas benditas que existía en Tarancón. Es importante continuar, o al menos conocer, las tradiciones con las que abuelos y vecinos han crecido. Con más razón aún estos días en los que otras festividades celebradas en países extranjeros están cogiendo tanta popularidad y desplazando costumbres arraigadas en nuestra sociedad, como ocurre en estas fechas con Halloween. Por esto, se ha decidido combinar las antiguas tradiciones de las ánimas o los santos con las calabazas de la popular celebración americana.
Recordando la historia de Tarancón, la ciudad contó con una Cofradía de las Ánimas que desapareció a finales de los años 50 del siglo pasado. Una organización entre lo religioso y lo carnavalesco que realizaba su actividad principal en torno al 1 de noviembre. Algunos de sus componentes, denominados animeros, salían a pedir a los vecinos para las ánimas del purgatorio. Recibían productos que luego subastaban e incluso daban algunas monedas. Después con el dinero recaudado se celebraban misas de ánimas y pagaban los entierros de los miembros que fallecían.
Aprovechando la ocasión, los organizadores también recuerdan la posibilidad de colaborar con la Asociación Felina Vida Gatuna, realizando donaciones de arena o comida seca, como piensos, latas de paté o similares.