María Roldán, José Martín-Buro y Ana María Cantarero. Esos son los tres nombres propios que encabezan la lista del PP conquense para las elecciones autonómicas. De cara a la inminente cita con las urnas, la noticia no estaba en si la alcaldesa de Horcajo de Santiago, uno de los hombres de confianza de Paco Núñez en territorio conquense o la regidora de El Pedernoso aspiran a ocupar un sillón en las Cortes regionales. Más que las presencias, la noticia estaba en las ausencias. Lo verdaderamente importante era quién no formaba parte de esa candidatura... 

El hecho por el que propios y extraños se preguntaban –porque además la lista se llevó en el más absoluto secretismo hasta el último instante– era por qué razón en esa baraja de nombres no se encontraba el de Benjamín Prieto, que había participado de forma activa en los últimos cuatro comicios. El suyo era un nombre indiscutible desde 2007. De hecho, la ausencia del presidente provincial del PP fue lo más comentado tras el anuncio de esta candidatura en corrillos políticos de todos los colores. 

Qué va a pasar tras el 28 de mayo es una incógnita. No se recuerda un proceso electoral regional tan disputado en mucho tiempo. Nadie se atreve a asegurar con certeza si Emiliano García-Page mantendrá la mayoría absoluta o si por el contrario el bloque de PP y Vox le arrebatará el bastón de mando. Lo que está claro es que Prieto no será uno de los que sume su granito de arena en la conformación de 33 diputados del parlamento autonómico.

La opción de Benjamín. Ahora bien, no todo está perdido para el máximo responsable popular en Cuenca. Fuentes cercanas a la dirección regional del PP aseguran a La Tribuna que a Paco Núñez le parecería «razonable y sensato» que Benjamín Prieto «volviera a presidir» la Diputación Provincial en caso de ganar las elecciones. La intención de la cúpula de la formación es esa, pero claro, por el camino hay un condicionante muy importante. Insistimos en ello: en caso de ganar las elecciones... Y si no, ¿qué pasará? Así las cosas, ese deseo de la dirección del partido ya lo han empezado a deslizar algunas de sus huestes en rueda de prensa (véase el caso de María Roldán ayer mismo).

Desde el entorno de Núñez alaban la valía de Prieto como «gestor» de la institución provincial y ponen sobre la mesa los ocho años de presidente al frente de la misma. Un papel para el que le ven «más que capacitado» y, en ese contexto, subrayan «su implicación en el territorio, su capacidad de trabajo y su conocimiento de la idiosincrasia provincial». Básicamente, para explicarlo con mayor contundencia, utilizan una frase, y es que «no hay rincón en toda la provincia que no conozca Benjamín».

«No era el momento». Despejada la incógnita del camino que puede tomar Benjamín Prieto a partir del 28M, con la Diputación como una opción posible en el horizonte, queda por saber por qué el nombre del presidente provincial no ha aparecido en la lista. Estas mismas fuentes de la zona noble del PP castellano-manchego se escudan –sin entrar en más detalles– en que «no era el momento» y que «se ha considerado que la lista estuviera encabezada por tres personas que pueden sumar mucho para Cuenca y para Castilla-La Mancha». Al final, es muy sencillo: todo depende del resultado, y ese será el que ponga a cada uno en su lugar.