Los primeros de Sumitomo

Manu Reina
-

La multinacional japonesa no solo genera puestos de trabajo en la capital, también «ilusión y futuro» entre el medio centenar de personas que ya forman parte de la empresa

Los primeros de Sumitomo - Foto: Reyes Martínez

Las oportunidades laborales en la capital son siempre un gran anhelo para muchas generaciones de conquenses, que sueñan con encontrar un empleo en su ciudad natal. La coyuntura no es que fuera boyante, ni mucho menos, debido a la ausencia de grandes multinacionales, aunque esa situación empezó a cambiar con la llegada de Sumitomo, una multinacional japonesa especializada en la producción de sistemas de cableado, quien decidió hace meses instalar una de sus plantas en Cuenca. Lo que comenzó como una promesa empresarial, es hoy un motor real de desarrollo que ha permitido a decenas de conquenses diseñar su proyecto de vida sin salir de casa.

Desde su instalación, Sumitomo ha contratado hasta la fecha a medio centenar de trabajadores. La mayoría son de Cuenca capital o de la provincia. «Hay tres o cuatro casos muy significativos», relata Hans Paul Thyssen, CFO de Sumitomo en España y responsable de la planta. Y es que se trata de «personas que vivían en Madrid o Valencia y que, al conocer la oportunidad, han hecho lo imposible por volver a Cuenca, por estar cerca de su familia. Eso me parece admirable y profundamente humano».
Que Sumitomo llegara a la capital conquense se debe a motivos estratégicos y también humanos. «Encontramos una nave perfecta para nuestras necesidades, el apoyo del Gobierno regional, de la Diputación y del Ayuntamiento ha sido decisivo».

Además, «consideramos que el talento está aquí. Queremos que el beneficio económico de nuestra presencia se quede en la región». Es por ello por lo que «siempre damos prioridad a las contrataciones locales», subraya Thyssen. Además, con el apoyo institucional estamos desarrollando un sistema de formación dual que empezará este año. Se trata de capacitar a nuestros empleados con el máximo nivel técnico posible».

Los primeros de SumitomoLos primeros de Sumitomo - Foto: Reyes Martínez

La planta de Cuenca se conecta, además, con una red global. Aunque actualmente hay ocho trabajadores expatriados de Alemania, Marruecos y otras sedes, su estancia es temporal. «Su misión es transferir conocimiento. Luego regresarán y esos puestos quedarán para trabajadores locales». Estamos buscando perfiles en áreas como calidad, logística, almacén y producción. Invito a todos los interesados a enviarnos su currículum o incluso a venir personalmente. Sumitomo está aquí para quedarse y crecer con Cuenca», añade.

La acogida en estos meses ha sido «magnifica», y el cariño es recíproco entre trabajadores y empresa. De hecho, el encargado incide en que «hemos sido acogidos con una calidez que no esperábamos. Cuenca nos ha recibido con los brazos abiertos, y no sólo hablo de los empleados, sino también de la gente. Nos sentimos parte de este lugar».

Historias humanas. Y es que detrás de los primeros 50 nombres hay historias concretas que ponen rostro al impacto de la empresa. Raúl Álvarez fue el primero en ser contratado. Ingeniero industrial especializado en automatización, se incorporó el 18 de mayo de 2023. «Soy de Cuenca, aunque estaba trabajando en Toledo». Este joven apunta que «ha sido la primera vez que he encontrado una oportunidad laboral cualificada a nivel tecnológico para volver». «Gracias a esta empresa, podemos vivir aquí, criar a nuestras hijas aquí y sentirnos en casa. Si Sumitomo no hubiese llegado, yo seguiría en otra ciudad», subraya. El balance de sus dos años en la compañía es «extraordinario, tanto en el aspecto laboral como en el personal».

Los primeros de SumitomoLos primeros de Sumitomo - Foto: Reyes Martínez

Rubén Nielfa, ingeniero de telecomunicaciones, es el responsable del departamento de tecnologías de la información de Sumitomo España. Entró el 8 enero de 2024 y en apenas unos meses fue ascendido a manager. «Para los que amamos Cuenca, tener una empresa tecnológica aquí es un orgullo». Eso hace que «no tenga que marcharme, y encima he podido crecer profesionalmente». «Me voy a casar en septiembre, y gracias a Sumitomo puedo desarrollar mi vida aquí, donde quiero estar», dice.

Rubén no fue el único que vio en Sumitomo una oportunidad para asentarse. Francisco Hipólito García, natural de Gabaldón y residente en Motilla del Palancar, celebra su primer aniversario en la empresa justo hoy, 14 de mayo. «Soy el líder del departamento de ingeniería. Nuestro trabajo consiste en definir los procesos de producción de los mazos de cableado y en coordinar las instalaciones». En su caso, «estaba en otra empresa en Motilla, pero cuando supe de esta nueva planta en Cuenca no lo dudé. Me atrajo el reto técnico, pero también la posibilidad de contribuir al desarrollo industrial». 

Una de las áreas estratégicas en cualquier empresa es la gestión del talento. Cristina Bermejo, técnica del departamento de Recursos Humanos desde el 22 de abril de 2024, se ha encargado de coordinar la incorporación progresiva de los trabajadores. «Mi labor es atraer perfiles cualificados, gestionar su formación y facilitar su integración. Lo especial de este proyecto es que no sólo fichamos talento, también estamos ayudando a que las personas reconstruyan su vida en Cuenca». En su caso personal, remarca que «me siento como en casa incluso días antes de incorporarme a mi puesto de trabajo porque me han tratado siempre de forma extraordinaria». Cristina recuerda que «como muchos conquenses que nos hemos formado tuvimos que salir fuera de nuestra ciudad, pero ahora podemos volver».

Los primeros de SumitomoLos primeros de Sumitomo - Foto: Reyes Martínez

Raúl, Rubén, Francisco y Cristina son sólo los primeros rostros de una historia que apenas acaba de comenzar, bajo el paraguas de una empresa «japonesa, transparente, humana y comprometida; queremos que los conquenses nos vean así, como aliados», sentencia Hans Paul Thyssen.

Más fotos:

Los primeros de Sumitomo
Los primeros de Sumitomo - Foto: Reyes Martínez
Los primeros de Sumitomo
Los primeros de Sumitomo - Foto: Reyes Martínez
Los primeros de Sumitomo
Los primeros de Sumitomo - Foto: Reyes Martínez

«Alcanzaremos los 350 empleados a finales de 2027 o principios de 2028». El modelo de crecimiento de Sumitomo es escalonado y sostenido. La planta se encuentra actualmente en fase de preparación. «Estamos sentando las bases del proyecto, la producción en serie comenzará a inicios del próximo año. Para 2026, esperamos contar con unos 110 trabajadores, y si todo va según lo previsto, alcanzaremos los 350 empleados a finales de 2027 o principios de 2028», explica el CFO de Sumitomo en España, Hans Paul Thyssen. Aunque la cifra final es ambiciosa, el directivo aclara que la nave actual está preparada para esa capacidad. «Es una planta altamente automatizada, la primera de este tipo en todo el grupo Sumitomo. No será necesario expandirnos físicamente a menos que lleguen más proyectos», asegura. Y en ese compromiso con la sociedad conquense, Sumitomo también ha abierto sus puertas a la diversidad: «Contratamos personas con capacidades diferentes siempre que puedan cumplir las funciones requeridas. El objetivo es que todos encuentren su sitio».