El Punto Limpio recibe cada vez más escombros por pequeñas obras

Pedro Ig. Tauroni
-

Sólo entre 2011 y 2012 el volumen de los que se conoce como RCD, es decir, residuos de construcción y escombros, se ha triplicado, pasando de las casi 40 toneladas a las más de 136, lo que implica un aumento de 96.000 kilogramos.

Punto Limpio del Mirador en donde se pueden ver todas las secciones destinadas a cada uno de los materiales que se pueden llevar, ya preparados para su traslado - Foto: Reyes Martínez

La crisis se nota en muchas cosas. Y una de ellas es la cantidad de basura que se tira y los artículos que se llevan al punto limpio. Lo curioso es que, a pesar de la crisis del sector inmobiliario, la cantidad de escombros de obras ha aumentado considerablemente, lo que para Miguel Chillarón, jefe de servicio de Seguimiento y Vigilancia Ambiental del Ayuntamiento, es debido no a la construcción de edificios o casas, sino a las pequeñas reformas.

El Punto Limpio de la ciudad, el instalado al lado del Centro Comercial El Mirador, ha sido visitado en 2013 por 4.350 personas que han dejado más de 50.000 kilos de material. Concretamente aquello que se ha recogido son restos de pintura,  tubos fluorescentes, tóner, pilas, baterías de plomo, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), productos químicos, aceite usado y aerosoles. De todos estos, el que recogió una mayor cantidad fue el de los RAEE, que alcanzó casi las 43 toneladas, mientras que el siguientes de los aspectos es el de restos de pintura, que ni siquiera alcanzó los 1.000 kilos.

En este caso, los residuos de  construcción y escombros (RCD); los denominados como voluminosos, que son colchones y muebles, los restos de poda y la madera no se contabilizan porque las estadísticas de recogida en lo que va de año difieren mucho de unas a otras.

Según Chillarón, la diferencia con respecto a 2012 es notable en algunos aspectos, puesto que la crisis se nota sobre todo en lo que a desechos provenientes de aparatos eléctrico o electrodomésticos caseros como la lavadora o la televisión se refiere. La diferencia entre 2011 y 2012 ya significó un descenso notable en casi todos los aspectos que se contabilizan. De los 12 elementos que se registran, en siete de ellos se comprobó un descenso de material recogido. Sin embargo  en términos generales, el volumen de lo recolectado alcanzó las 287 toneladas, lo que equivale a casi 24 toneladas mensuales. En comparación con 2011, la diferencia fue de 55.000 kilogramos.

Media en ascenso. Todo esto significó que el número de usuarios y las medias diaria y mensual de éstos sufrieran un incremento notable. Así, las personas que acudieron al Punto Limpio en 2011 fueron 2.183, llegaron a 32.41, mientras que sólo en lo que va de año se han pasado 4.350. Atendiendo a que la media diaria de asistencia a este espacio urbano era de siete usuarios al día en 2011 y 13 personas un año más tarde, es previsible que en 2013, se supere tanto la cantidad total como el porcentaje medio.

Sin embargo, la media anual de kilogramos de residuos sólidos urbanos especiales generados por los usuarios sí noto un descenso, pasando de 107 kilos en 2011 a los 89 doce meses más tarde. Según destaca Chillarón, en el punto limpio se recoge la mayoría de las veces lo mismo que se puede recolectar en la calle, por lo que la única diferencia es que cuando se deja en la vía pública según qué residuo, se está incumpliendo la normativa. Así, lo que se puede llevar a este espacio de recogida son plásticos, restos de pintura, fluorescentes, pilas, tóner, baterías, aparatos eléctricos y electrónicos, escombros, enseres, chatarra, restos de poda, madera y ropa. Todo aquello que se deja en el Punto Limpio se podría subdividir en dos grandes apartados; aquellos por los que el Ayuntamiento debe de pagar para que se los lleven y los que son sacados de manera gratuita y no le cuesta ni un euro al Gobierno municipal. Éstos son utilizados a posteriori por el gestor, quien los «valoriza y rentabiliza», y  son los restos de pintura, tóner, fluorescentes, pilas o baterías, aceite usado, los RAE, productos químicos y los envases vacíos.

Otro tipo de residuos como la chatarra también se la llevan sin coste alguno, así como los restos de poda, convirtiéndose más tarde en compost.