José Luis Mendilíbar estaba en marzo en paro, después de que en el anterior curso entrenara al Alavés, pero la situación desesperada del Sevilla, con la destitución de dos técnicos -Julen Lopetegui y el argentino Jorge Sampaoli- propició que el vasco recalara en el club por tres meses y que en dos lo haya resucitado para pasar de los negros presagios del descenso a colocarlo en la gloria de lograr un título europeo.

Tras un 2-0 encajado en el campo del Getafe en la vigésimo sexta jornada, con una pobre imagen del conjunto andaluz y una clasificación que lo dejaba con 28 puntos, a dos de la 'zona roja', el club decidió que se acabara la segunda etapa de Sampaoli en el intento de reconducir un rumbo que estaba perdido desde el inicio.

El parón en la competición doméstica por los partidos de selecciones nacionales fue aprovechado para anunciar la contratación de Mendilíbar, que se hizo cargo del Sevilla el 21 de marzo y que el 1 de abril tuvo su debut en el banquillo, en el estadio Nuevo Mirandilla de Cádiz, donde empezó con buen pie con un rotundo 0-2.

El vasco, de 62 años, se encontró que, además de sacar al equipo del pozo de la clasificación, estaba aún inmerso en competición continental, a punto de cruzarse en cuartos de final de la Liga Europa con el Manchester United. Y se dio cuenta de que, pese a la complicada situación, la antigua copa de la UEFA no se descartaba. 

El 13 de abril estaba fijado en Old Trafford un partido ante uno de los 'transatlánticos' del continente, tanto por su palmarés deportivo como por su poder económico, al que llegaba el preparador de Zaldíbar con una experiencia europea de dos encuentros, pues se había estrenado en julio de 2005 con el Athletic en la extinta Copa Intertoto. Pero el Sevilla salió vivo de Mánchester (2-2) y en la vuelta en el Sánchez-Pizjuán arrolló a los ingleses, pasando a semifinales, donde le esperaba otro 'gigante' de Europa: la Juventus de Turín.

La ida fue otra vez de visitante y con empate (1-1). A la semana siguiente hubo sufrimiento, pero los hispalenses ganaron en el descuento.

Solo faltaba lograr que el equipo se proclamara heptacampeón, lo que se consiguió en Budapest en una agónica final ante la Roma que se resolvió en la tanda de penaltis.

Renovación merecida

Mendilíbar se doctoró así en Europa con su primer título y afronta ahora el último partido de la temporada, el domingo en San Sebastián ante la Real, con la posibilidad de ser séptimo y, con ello, tener plaza para la Liga Conferencia, algo que ha quedado en segundo plano porque los andaluces jugarán la fase de grupos de la Champions.

El vasco se ha ganado con creces la renovación, aunque desde la dirección del club aún no se pronuncian.

El Sevilla jugará la Supercopa de Europa el 16 de agosto en El Pireo, en el estadio del Olympiakos, el Georgios Karaiskakis, ante el ganador de la Champions -el Manchester City o el Inter de Milán-. Y lo normal será que Mendilíbar esté en el banquillo hispalense.