Humberto del Horno

Lo fácil y lo difícil

Humberto del Horno


A usted qué le importa

06/06/2025

Pensándolo bien, creo que me he equivocado titulando, sobre todo teniendo en cuenta que el éxito de un texto en prensa se cimenta, sobre todo, en un buen titular, que sea honesto, que llame la atención y que sea una buena síntesis de lo que está por venir. Si por cualquier circunstancia ha sido usted seducido por esta primera impresión, le pido disculpas, y ya de paso, que se quede por aquí, le prometo una explicación y terminaré por dársela antes del punto final.

Dejada atrás la premisa, cojo ahora línea directa hasta el nudo de la cuestión, que no es otro que la Conferencia de Presidentes que se está desarrollando en el Palau de Pedralbes mientras usted sujeta este periódico entre sus manos acompañando al café. Aquí podrá atisbar la razón que ilustra el maldito titular. Le escribo esta misiva desde la capital barcelonesa, velando armas para lo que será uno de esos encuentros políticos de primer nivel en el escaparate, pero a todas luces inservible si lo miras desde la trastienda. Y como el compromiso con ustedes, lectores, es ponerle siempre un prisma local a las líneas que hoy escribo y que usted leerá en lo que ahora es mi mañana, les diré que vine a darle rienda suelta a la pluma a la Casa de Cuenca de la Ciudad Condal, en el Carrer de la Muntanya, que me sirve de inspiración para, por fin, entrar en materia.

A lo largo del día verá imágenes sucesivas de este bucólico encuentro e informaciones sesgadas de uno y otro, una cita que en su génesis fue pergeñada para mejorar la gobernanza de un país y llegar a grandes acuerdos entre autonomías que sirvieran para acortar el camino a la prosperidad. Una fórmula que llegó a funcionar en las sucesivas conferencias telemáticas de aquella época en la que con mascarilla y mucho miedo llegamos a convencernos todos de que íbamos a salir mejores, pero que empezó a contaminarse en el momento en el que los primeros coletazos de la nueva normalidad nos abocaron a tensionarlo todo porque sí.

Desde entonces, y con la autoridad que le da a este escriba el haber atestiguado todas y cada una de las conferencias presenciales que vinieron después, me sincero y les digo con tono de funeral que el boato de un encuentro que debiera ser espejo de una sociedad moderna y avanzada se va a quedar en patio de recreo donde todos son matones, con lo que eso conlleva. Los de un bando intentaron boicotear la cita como terminarán haciéndolo mientras usted lee estas líneas; al tiempo que los de enfrente, que son menos, pretenderán sacar partido a una foto llena de sonrisas etruscas que se traducirán en machetes en cuanto se apague la luz roja. 

Sirva esta Conferencia de Presidentes como paradigma del momento actual de la política española. Un gobierno que pende de un hilo y una oposición que se aferra a cualquier filo de navaja, tijera, vidrio o lata de sardinas encontrada en el suelo para terminar de derrocar lo que consideran ilegítimo. Aquí el remate. Si una conferencia protagonizada por los presidentes de todas las autonomías para buscar el bien común deja de perseguir ese fin para convertirse en un medio para batallar electoralmente, dígame, ciudadano que paga la cuenta… dígame a usted qué le importa.

ARCHIVADO EN: Cuenca