Un dilema llamado Ansu

Diego Izco (SPC)
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¿Vender o no vender? El Barça deshoja la margarita mientras el jugador se aferra a la camiseta del '10'

El delantero del FC Barcelona Ansu Fati durante el entrenamiento del primer equipo en Barcelona. - Foto: EFE

Difícil elección. Al fin y al cabo, Hamlet 'solo' se preguntaba «cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta u oponer los brazos a este torrente de calamidades» después de decir aquello de «ser o no ser». El Barcelona, tras declamar «vender o no vender», debe interpretar un soliloquio aún más profundo, arriesgado e impredecible que el personaje de Shakespeare. Ansu Fati, el muchacho al que entregaron el '10', camina por la cuerda floja. 

El mensaje oficial del Barça y de Jorge Mendes, su representante, ha cambiado una docena de veces en las últimas semanas. Como si, efectivamente, el club culé fuera el malabarista que intenta que no se caigan al suelo ni el futuro del muchacho, ni la llegada de Leo Messi, ni el 'fair play' financiero, ni los deseos de Xavi Hernández, etcétera. Cada vez es más complicado mantener el equilibrio con tanta pieza en el aire y las fechas se le echan encima: Joan Laporta y Mateu Alemany desean tener perfilado el proyecto 23/24 cuanto antes. 

«¿La posible salida de Ansu? Yo tampoco quería la de Aubameyang… pero sucedió», fueron las palabras de Xavi hace apenas una semana. El técnico conoce perfectamente al muchacho, que con apenas 20 años todavía tiene mucho tiempo por delante para volver a ser el genio que apuntaba. De hecho, la principal (casi única) preocupación de la directiva azulgrana es que la venta le estalle en la cara y Fati recupere el nivel previo a la lesión. En ese caso, los alrededor de 40 millones que pretende sacar el Barça de la operación se quedarían cortos. Y ahí arranca el dilema.

Ansu no es barato. No es un 'canterano al uso', un muchacho que llega, arrasa y se produce una compensación paulatina que va atándolo al escudo: desde su fulgurante debut se le acortaron los plazos en lo económico (cobra 12 millones de euros por temporada) y en lo jerárquico (se le entregó el dorsal '10' en cuanto salió Leo Messi… con todo el simbolismo que ello conlleva). Y con tanta expectativa, lo más fácil -lesión mediante- era fallar. Más aún fijando el foco, en noviembre de 2020, a punto de cumplir los 18 años, sufrió la lesión que lo cambió todo. 

Tenía roto el menisco interno de su rodilla izquierda, y el calvario no había hecho más que comenzar. Pasaron 323 días hasta que se pudo ver de nuevo al chico sobre un terreno de juego... y a mediados de la 21/22 sufrió otro percance grave (rotura muscular en el muslo derecho) con más de cuatro meses de baja. Ambas lesiones frenaron en seco la irrupción de Ansu en la élite. 

Encrucijada

Todo está 'congelado' a día de hoy. El club, en la encrucijada de elegir entre el futuro de Ansu o el presente de Messi (15 años más que el actual '10' culé), habría elegido al argentino a través de una operación a tres bandas con el Inter de Miami -que lo cedería al Barça al menos una temporada-. Pero la entidad necesita abrir 'margen' en su masa salarial para poder incorporar al genio de Rosario y el joven no solo tiene 'su' dorsal, sino también una plaza en la delantera -algo que 'chirría' con las posibles llegadas de Carrasco o Abde-: si su papel este curso ha sido residual, aún más el año que viene.

La prioridad de Ansu es continuar y triunfar de azulgrana, pero Jorge Mendes se ha comprometido a convencer al jugador... y la Premier (Wolverhampton o Arsenal han sonado fuerte en los últimos días) parece el destino más plausible para el chico nacido en Bisáu. De hecho, los 'wolves' habrían aceptado negociar a cambio del mediocentro Rubén Neves: el Barça habría ofrecido a futbolistas como Abde o Dest... pero allí quieren a Fati. 

Su doblete ante el Mallorca, el primero desde septiembre de 2020, fue un grito desgarrador de un 'futuro genio' que vio truncada su carrera. Y ahora, en el verano del dilema, ese 'futuro' volverá a escribirse.