El FS VivoCuenca ya está aquí. El arranque de la segunda vuelta del campeonato es magnífico y se traduce en cinco victorias y un empate en las últimas seis jornadas ligueras. Es una racha «muy buena» que permite al equipo situarse en la sexta posición de la tabla y presentar su candidatura a pelear por las primeras posiciones en esta emocionante recta final del curso. La remontada y victoria del pasado fin de semana en casa ante el líder, FS Olías, por seis tantos a cuatro supone un golpe de autoridad.
Así, el técnico del FS VivoCuenca, Manolo Moya, reconoce que está «muy contento» por los resultados de su equipo, pero incide en que «tenemos que corregir y analizar cosas porque no todo es bueno». Lo que está claro es que el grupo «se encuentra con confianza y está bien físicamente, reencontrándose conmigo mismo». Y es que se marchó al parón de Navidad con malas sensaciones y una racha de resultados muy desfavorables.
Punto de inflexión. Ese descanso supuso un punto de inflexión. De hecho, el entrenador asumía a inicios de enero que su equipo tenía que centrarse en conseguir cuanto antes la permanencia. Un mes y medio después, el objetivo es bien distinto. «Nos vino bien para que la gente se pudiera desestresar de todo lo que llevábamos y volviera a pensar en positivo», apunta. Las sensaciones son ahora muy diferentes y la plantilla ha vuelto a demostrar la gran imagen con la que tiene siempre acostumbrado a sus aficionados.
El club es ahora mismo sexto clasificado, con una diferencia de doce puntos sobre el líder, que asciende directamente, y siete con respecto al segundo clasificado, que disputa la fase de ascenso. Manolo Moya recalca que «no perdemos la esperanza incluso de alcanzar al primer clasificado porque todavía queda mucha liga por delante, concretamente once jornadas, que es mucho». En estos momentos, es cuando el FS Olías «tiene que hacer frente a la presión» de comandar la tabla, tal y como le sucedió al FS VivoCuenca la pasada campaña y que finalmente, por desgracia, no supo manejar.
Tapados. Ahora, los conquenses van de «tapados y no tenemos esa presión». Es más, los jugadores están «cómodos» y convencidos de ir «partido a partido» de aquí hasta el final. El devenir de las jornadas les situará donde se merezcan. Pero que nadie de por muerto a este FS VivoCuenca porque ya está aquí y va a pelear con todo hasta la última gota de sudor, como así ha demostrado este fin de semana para hacer besar la lona al primer clasificado.
El próximo rival en el horizonte es el Daimiel FS. Los conquenses viajan este domingo (12 horas) para medirse al décimo clasificado. Manolo Moya explica que «esperamos mandar en el partido» y asegura que «vamos con confianza y ganas». También habla con cautela porque «en la ida nos sorprendieron» porque «estábamos en horas bajas», aunque el resultado fue favorable con un dos a uno en el marcador.
Actualmente, el equipo tiene «mucha motivación» y desea «aprovechar el dulce momento que estamos atravesado» para seguir escalando posiciones. Si el bloque mantiene el gran juego de las últimas jornadas tendrá mucho qué decir todavía en una categoría que es muy complicada y en la que cualquier adversario puede pintarte la cara.
Para este partido no podrá estar Ivi, que está lesionado del el tobillo. Tampoco jugará Roberto por un problema en la rodilla. Ambos se unen a las bajas de Dani y Adrián. La noticia positiva es que el técnico del FS VivoCuenca podría recuperar al ala derecho Mario. El resto están disponibles para intentar asaltar la pista daimieleña y seguir por la senda del triunfo.