¡A las trincheras!

Miguel A. Ramón
-

Casas de Garcimolina y Algarra quieren dar a conocer sus fortificaciones de la Guerra Civil española y por ello han iniciado su recuperación con una intervención arqueológica

Se ha excavado la entrada de un búnker en Algarra y un segmento de la trinchera en Casas de Garcimolina - Foto: Santiago David Domínguez Solera

Están ahí desde hace ya cerca de un siglo, concretamente desde la Guerra Civil española, ocultas bajo tierra, y recorren de este a oeste los términos municipales de las localidades conquenses de Algarra y Casas de Garcimolina. 

Se trata de una espectacular línea defensiva, que data de 1938 y que forma parte de la conocida como Línea XYZ –también denominada Línea Matallana– que construyó la II República para defender la ciudad de Valencia, donde se había trasladado el gobierno republicano tras el asedio de Madrid.

Un extensísimo complejo de trincheras y búnkeres excavados en el terreno que discurren durante kilómetros y kilómetros, desde Castellón, junto al Mediterráneo, hasta la provincia de Cuenca, y que estos dos municipios conquenses se han propuesto sacar a la luz como parte de su patrimonio y de su historia, sin dejar a un lado el hecho de convertirlos en un atractivo más, tanto para los vecinos como para los visitantes. 

Se ha excavado la entrada de un búnker en Algarra y un segmento de la trinchera en Casas de GarcimolinaSe ha excavado la entrada de un búnker en Algarra y un segmento de la trinchera en Casas de Garcimolina - Foto: Santiago David Domínguez Solera

Es por ello que, a iniciativa de la Asociación de Mujeres Sabinalejo, de Casas de Garcimolina, y la Asociación de Vecinos y Personas Mayores de Algarra, se acaban de acometer una serie de excavaciones y prospecciones arqueológicas en varios puntos de esta línea de trincheras y búnkeres, que han sido dirigidas por el arqueólogo conquense Santiago David Domínguez Solera, de Heroica Arqueología y Patrimonio Cultural.

Con estos trabajos financiados por ambas asociaciones, no se busca otra cosa que rescatar del olvido a este rico patrimonio histórico diseminado por los cerros de sus términos municipales, en su opinión, «totalmente infravalorado».


Excavaciones. Esta primera intervención arqueológica, que acaba de concluir recientemente, se han centrado, tal y como subraya el director de los trabajos, en la excavación, en el caso de Casas de Garcimolina, de un segmento de trinchera, y en el de Algarra, de la entrada a un búnker.

Se ha excavado la entrada de un búnker en Algarra y un segmento de la trinchera en Casas de GarcimolinaSe ha excavado la entrada de un búnker en Algarra y un segmento de la trinchera en Casas de Garcimolina - Foto: Santiago David Domínguez Solera

Dos actuaciones que permiten adivinar cómo es esta espectacular obra militar en estos dos municipios de La Serranía conquense, que consiste «en una serie de líneas sucesivas y superpuestas de trincheras reforzadas con muros de piedra en seco, dispuestos en zigzag, y que cuentan con incontables puestos de tirador, así como diversos búnkeres, también en piedra en seco».

Para Domínguez, ésta tan solo ha sido una primera toma de contacto con estas fortificaciones de la Línea defensiva XYZ, por  lo que no duda en asegurar que «queda por delante un arduo trabajo no solo de excavaciones, sino también de elaboración de planos, búsqueda de documentos históricos y testimonios, sin olvidar la redacción del informe y la publicación de los resultados.

Sin embargo, por el momento, la intervención arqueológica acometida permite constatar, en opinión de Domínguez Solera, «la enorme cantidad de trabajo que supuso la construcción de este sistema de trincheras y búnkeres». Y es que, a su juicio, pese a que tuvieran la piedra a mano en el mismo monte, «no deja de ser una obra inmensa que merece la pena sacar a la luz y dar a conocer».

Y no es para menos, si se tiene en cuenta los kilómetros y kilómetros que suman todas las líneas de trincheras, que se solapan y entrecruzan a lo largo de los dos términos municipales.

No en vano, la idea inicial de este proyecto de investigación es estudiar en profundidad estos segmentos del recorrido total y ponerlos en valor con el diseño de rutas, exposiciones y publicaciones. Algo similar, según dice, a lo que están haciendo de manera excelente en muchos pueblos de la Comunidad Valenciana, donde se han empleado a fondo para sacar a la luz este rico patrimonio de la Guerra Civil española.

En definitiva, para el arqueólogo y director de estos trabajos, queda mucho por hacer, pero, sin lugar a dudas, merece la pena por la gran potencialidad que tiene esta espectacular obra militar.

 

Fortificaciones de la Línea XYZ. Las fortificaciones de los municipios conquenses de Casas de Garcimolina y Algarra forman parte de la Línea XYZ –también conocida como la Línea Matallana–, un sistema defensivo construido en 1938 durante la Guerra Civil española para las tropas republicanas. 

Esta línea de fortificaciones se prolongaba desde el Mar Mediterráneo, a la altura del municipio castellonés de La Llosa, hasta la localidad conquense de Santa Cruz de Moya, conformando una enrevesada línea de posiciones que discurría por las provincias de Valencia, Castellón, Teruel y Cuenca.

Diseñada para defender la ciudad de Valencia de los ataques de las tropas franquistas, tanto de un asalto frontal como por el oeste, dentro de la conocida como Ofensiva del Levante, esta línea fortificada se concibió como una defensa en profundidad constituida por una red de trincheras y refugios excavados para aprovechar el terreno áspero de las montañas que rodean la capital del Turia por el norte y el noroeste.

La Línea XYZ, como consecuencia, hay que entenderla como un sistema de trincheras y defensas en profundidad que aprovechaban la orografía del terreno.