La teoría del iceberg fue acuñada por Hemingway. Según el escritor, tan solo vemos una pequeña parte de las historias de las personas, pero si buceamos en sus vidas, encontraremos océanos por los que navegar. Sin duda, esto sucede con José Antonio García, conocido por sus compañeros como teniente Carrasco, por sus pupilos como 'el míster' y por sus amigos como 'el chato'.

Toda historia tiene un comienzo y la de José Antonio empieza en Tarancón en el año 1963. Desde temprana edad tuvo claro que de mayor quería estar en el ejército y con su perseverancia y esfuerzo llegó a la Academia General Básica de Suboficiales del Ejército de Tierra, en Talarn y ahí se especializó en el ámbito sanitario. 
Entre sus aventuras se podrían destacar los cuatro meses en los que formó parte del despliegue de puestos quirúrgicos avanzados de las fuerzas de protección de Naciones Unidas en el conflicto de Bosnia y Herzegovina. Más tarde, compaginándolo con su trabajo militar y sus obligaciones con la Sociedad Española de Medicina de Urgencias (Semes), pero dejando las guerras de lado, se unió a Fernando Castillo para organizar el equipo de emergencia de la organización de voluntariado Cruz Roja en Tarancón. Juntos gestionaron la transición de la prestación social y militar al voluntariado. El equipo lo formaron desde 1999 hasta 2004, participando en numerosos accidentes e intervenciones, incluido el tristemente histórico 11-M.
muy unido al deporte. Continuando por la senda deportiva, en 2005 se hizo cargo de la delegación de salvamento y socorrismo en Cuenca y fundó, junto a José Alan Martínez, el club SVAT. García ya no solo sería el responsable de la formación de los socorristas profesionales de la provincia de Cuenca, sino que se embarca en la aventura competitiva. Cuenta que «por el club han pasado cientos de niños que han cosechado importantes logros tanto nacionales como internacionales».

Disciplina, entrega, esfuerzo, compañerismo y puntualidad. Estos son los valores que el 'míster' inculca a sus muchachos del SVAT. José Antonio, que se define como «un culo inquieto», no se quedó viendo los toros desde la barrera y decidió saltar al ruedo. Así, en 2014 participó como deportista máster en el Campeonato de España de Salvamento y Socorrismo en el que se proclamó campeón en la prueba de 'Banderas' y subcampeón en 'Carrera con tabla'. Infatigable, asistió también al Campeonato del Mundo celebrado Montpellier, Francia, obteniendo un séptimo puesto en la prueba de 'Banderas'. 

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Tres medallas al mérito militar, varias menciones honoríficas, recaudación de fondos para el primer desfibrilador automático público de Tarancón, la formación de más de 1.000 socorristas... Muchos son los logros de este iceberg que me guardo en el tintero, pero que no por ello hay que restarles importancia. «Tesón, creatividad y esfuerzo» son las claves que el entrenador destaca para haber realizado todo lo mencionado. Por encima de todo, asegura que «mi mejor logro ha sido contar con gente extraordinaria que me ha permitido alcanzar todas estas metas».