Las carreras 'llegan' a los bares

J.L.E.
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Los establecimientos hosteleros del Casco Antiguo trabajan sin descanso a pesar de que la fiesta matea arrancara en un lunes

Los bares y restaurantes de la Plaza Mayor y las zonas aledañas registran estos días de fiesta una gran afluencia de clientes - Foto: Manu Reina

El comienzo de las fiestas de San Mateo en un lunes hacía prever una menor asistencia al acto inaugural y a las primeras sueltas de vaquillas en la Plaza Mayor. Son unos festejos de pura raíz conquense que mantienen inalterables sus tradicionales fechas de celebración del 18 al 21 de septiembre. Aunque el debate para cambiar las fechas de la fiesta para incluir un fin de semana nunca se cierra, lo cierto es que como se pudo comprobar el lunes desde que comenzó el desfile de peñas en la Plaza de España, la respuesta de los conquenses ha sido multitudinaria. 

Puede que comenzar las fiestas en un lunes propiciara menos afluencia de gente que en ocasiones anteriores, pero desde luego que fue mucha la que demostró las ganas de vivir la fiesta matea con toda su intensidad tras un año de espera desde el último chupinazo.

Los bares y restaurantes del Casco Antiguo, cercanos a los centros de operaciones  de las peñas para aguantar la fiesta, dan fe la buena respuesta por parte del público en el primer día de fiestas. Puede que no hubiera las aglomeraciones de otros años, pero sí mucha gente. Así lo ponen de manifiesto responsables de hostelería consultados por La Tribuna. Luis San Juan, gerente del restaurante  mesón San Juan Plaza Mayor, uno de los locales instalados en el corazón de la Plaza Mayor asegura que el primer día «hubo mucha gente, tal vez algo menos que otros años».

La peña El Mandil, en el restaurante ManganaLa peña El Mandil, en el restaurante Mangana - Foto: Manu ReinaAdemás, San Juan manifiesta su satisfacción por cómo se está desarrollando una fiesta que les obliga a trabajar a tope y que para él tiene algo positivo al comenzar este año en lunes: «Lo que es cierto es que los sábados se masifica más, y no creo que eso sea bueno». En este sentido incide en que «la vaquilla es más de la ciudad». Eso sí, San Juan pronostica que «de aquí hasta el jueves se va a ir de menos a más».

En términos parecidos se manifiesta Rafael Mariana, propietario de dos locales de hostelería emblemáticos del Casco como son La Tabernilla de la Plaza y Mangana. También admite que el lunes, «aunque hubo mucha gente y estuvo bien, fue un poco bajo». No obstante, le resta importancia porque «se estuvo bien y no hubo aglomeraciones» y prevé que días que restan va a a haber más gente. De hecho, apunta a la importante afluencia que se espera el miércoles para disfrutar de las vaquillas porque el jueves es festivo en la capital.

Ante la pregunta sobre si habría que cambiar las fechas de las fiestas por autonomasia de la capital, aparte de la Semana Santa, para incluir un fin de semana, Mariana asegura que le da igual. Además, afirma que «el año está siendo bueno y la verdad es que en el Casco Antiguo no nos podemos quejar».

San Mateo es sinónimo de fiesta y reencuentro entre amigos en el Casco Antiguo hasta altas horas de la madrugada lo que obliga a los establecimientos hosteleros a poner las máquinas a pleno rendimiento porque son cuatro días frenéticos, sin apenas respiro. Y eso que están acostumbrados a trabajar a tope, en especial los fines de semana, que es cuando más turistas visitan la ciudad.

Pero las fiestas mateas y la vaquilla son muy especiales, aunque se trabaje al máximo. La ciudad se vuelca con esta celebración que hace del Casco Antiguo un polo de atracción irresistible para los conquenses durante unos días en los que dos de las mayores preocupaciones son que no llueva y, por supuesto que no te pille la vaca.