El elemento central

Diego Izco (SPC)
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La irrupción de Cubarsí, una noticia interesante para el Barça y la selección en un puesto delicado

El defensa del Barcelona Pau Cubarsí (d) presiona al delantero del Getafe Borja Mayoral (c) durante el partido de LaLiga entre el Barcelona y el Getafe - Foto: EFE/ Enric Fontcuberta

La poderosa llegada de Pau Cubarsí a la élite no es un aterrizaje cualquiera. Ni para el Barça… ni para el fútbol español. Acaba de cumplir 17 años (Gerona, 22 de enero de 2007) y encaja, tanto en su club como en la selección, en el perfil de aquellos centrales de la mejor época: Piqué-Puyol. La calidad y tranquilidad en la salida de balón, la personalidad a pesar de ser un advenedizo en las elites, la envergadura (1,84 metros), la corrección táctica… El enésimo 'niño' de La Masía ha llegado para quedarse. 

Barça

Con la retirada de Gerard Piqué en diciembre de 2022, el equipo culé abría un proceso que, realmente, nunca se había cerrado desde la salida de Carles Puyol en 2014. En la última década, buscando llenar el vacío de 'Puyi', 20 centrales pasaron por el vestuario azulgrana hasta que el pasado curso la pareja Araújo-Christensen (con Koundé escorado al lateral o supliendo a alguno de los dos) selló una Liga con un gran rendimiento defensivo. 

Antes de encontrar una respuesta definitiva a ese vacío, los de la Ciudad Condal habían probado a Vermaelen, Mathieu, Umtiti, Yerry Mina, Todibo, Jeison Murillo, Lenglet… Eric García, criado en la 'familia', era una gran esperanza que no terminó de cuajar. El 'cuarto central' que pedía Xavi fue finalmente Íñigo Martínez, pero de las bajas y las necesidades ha emergido un Cubarsí sorprendente: comenzó el curso en el Juvenil, lo prosiguió en el B y ya está instalado de pleno derecho en la primera plantilla: de los siete partidos en los que ha tenido minutos, ha sido titular en seis.  

Selección

La 'vieja guardia', la que lo ganó todo (Piqué, Puyol, Ramos, etcétera) no dejó escrita para futuras generaciones la fórmula del éxito. De hecho, fueron ellos mismos los que fueron redactando las páginas de la decadencia muy a su pesar: la pareja Piqué-Ramos fue la titular en los tres primeros partidos de España en Brasil'14, Francia'16 y Rusia'18. El fiasco de La Roja en las tres citas fue evidente. Julen Lopetegui no dio con el relevo y los Bartra, San José, Azpilicueta o Nacho no se asentaron en el equipo. 

Fue Luis Enrique quien abanderó la gran revolución que la afición pedía a gritos. Para la Eurocopa de 2020 (disputada en 2021 por culpa de la COVID-19), el asturiano limpió el centro de la parcela: los cuatro convocados fueron Pau Torres, Diego Llorente, Èric García y Aymeric Laporte, que obtuvo la nacionalidad mes y medio antes de la disputa del torneo. Ya no quedaban rastros de las 'vacas sagradas' a pesar de la presión mediática vivida por 'Lucho' para que llevase a Sergio Ramos. 

En la actualidad, la situación de los centrales en España es compleja: no es la mejor temporada de Le Normand (Real Sociedad), David García (Osasuna) o Íñigo Martínez (Barça), entre crisis deportivas, bajones de nivel o lesiones. Laporte, el 'jefe' de la zaga en los últimos años, ha perdido competitividad en el Al Nassr de la Liga saudí. Y del 'resto', Èric García se ha desquitado de presión en una gran temporada en el Girona (aunque no es del total agrado de Luis de la Fuente, más cercano a los centrales 'clásicos'); Llorente (30 años) está cedido en la Roma porque no tenía sitio en el Leeds; y solo Pau Torres, que regresó a la Absoluta en noviembre tras un año de ausencia, mantiene un nivel alto en el Aston Villa. De hecho, con una tasación de 45 millones, es el central nacional más valorado del mercado. 

Los nombres de los 'sospechosos habituales' están sobre la mesa (Hermoso, Zubeldia, Vivian, Elustondo), pero el futuro está más en manos de otros como Huijsen -nacionalizado hace 10 días- o Cubarsí, adolescentes que llegan para mejorar el panorama en un puesto muy específico que vuelve a necesitar referentes.