La Policía libera a 5 paraguayas de una red de prostitución

Miguel A. Ramón
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Dentro de la operación Klander, se ha desarticulado una organización criminal que operaba en Graja de Iniesta y se han detenido a seis personas, cinco en la citada localidad conquense y una en Madrid

La Policía Nacional ha liberado a cinco mujeres de nacionalidad paraguaya, con edades comprendidas entre los 20 y los 28 años, de una red de prostitución que operaba en la localidad conquense de Graja de Iniesta.

Una operación policial conjunta entre la Brigada de Extranjería y Fronteras de Cuenca y la Comisaría Central de Madrid, denominada 'Klander', que ha conllevado el desmantelamiento de una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, tras la detención de seis de sus miembros, a los que se les imputa los delitos de trata de seres humanos, relativos a la prostitución, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra los derechos de los trabajadores y pertenencia a organización criminal.

Los detenidos, sin embargo, ya se encuentran en libertad con cargos y con medidas cautelares, como la retirada del pasaporte y la obligación de personarse periódicamente en el juzgado. 

La Policía libera a 5 paraguayas de una red de prostituciónLa Policía libera a 5 paraguayas de una red de prostitución - Foto: Policía Nacional

Una llamada a principios del  pasado mes de diciembre de una de las víctimas al teléfono 900 10 50 90, correspondiente al Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos del Cuerpo Nacional de Policía, permitió la apertura de una investigación policial que se prolongaría durante cinco meses hasta que explotaba el pasado 8 de mayo y se procedía a la liberación de estas mujeres obligadas a prostituirse, a la detención de seis personas, cinco en Graja de Iniesta y localidades próximas y una sexta –la principal investigada y propietaria del local de alterne y el hostal aledaño– en Madrid, y a la incautación de 1.375 euros y diversa documentación en los registros efectuados tanto en el club de alterne Venus como en el hostal San Jorge, ambos en Graja de Iniesta.

Operación. En estos cinco meses, los agentes de la Policía Nacional desarrollaron los correspondientes seguimientos y vigilancias, hasta el punto de llegar a contactar con otra de las mujeres explotadas sexualmente que les confirmaría lo denunciado por su compañera por teléfono; es decir, que se trataba de una organización con una fuerte infraestructura de captación en Paraguay, recepción y traslado en España, ya que existen vínculos familiares entre los miembros de la red criminal. 

Mujeres jóvenes y atractivas que eran captadas debido a su situación de vulnerabilidad y necesidad con la promesa de una vida mejor.

La subdelegada del Gobierno, en rueda de prensa junto al comisario de la Policía Nacional de Cuenca y el comisario jefe de la Brigada Central de Madrid.La subdelegada del Gobierno, en rueda de prensa junto al comisario de la Policía Nacional de Cuenca y el comisario jefe de la Brigada Central de Madrid. - Foto: Miguel A. ramón

Se da la circunstancia de que el mencionado club de alterne Venus ya fue objeto de otra investigación policial durante la pandemia, al estar ejerciendo la prostitucion a pesar de que el Gobierno regional había decretado la clausura de estos establecimientos ante las excepcionales circunstancias como consecuencia del coronavirus. 

Ahora, tras la operación policial 'Klander', ha vuelto a ser clausurado y las cinco mujeres liberadas se han puesto a disposición de una organización no gubernamental con el objeto de recibir la atención necesaria.

Engañadas con el «sueño español». Esta red criminal se aprovechaba de la situación de vulnerabilidad de estas jóvenes en su país de origen y las captaban con promesas de una vida mejor y un trabajo digno, en especial como cuidadoras de personas mayores.

La subdelegada del Gobierno, junto al jefe de la Brigada de Extranjería de Cuenca y el jefe del Grupo Operativo de Madrid.La subdelegada del Gobierno, junto al jefe de la Brigada de Extranjería de Cuenca y el jefe del Grupo Operativo de Madrid. - Foto: Miguel A. ramón

Una vez accedían, viajaban en avión hasta Madrid o Barcelona para después ser trasladadas en vehículo hasta Cuenca. Allí las conducían a un hostal donde vivían y les comunicaban la deuda contraída que debían saldar ejerciendo la prostitución. 

El hecho de que entraran en España con un visado de turistas y, por lo tanto, con una validez de 90 días, jugaba en contra de ellas, puesto que transcurrido el periodo pasaban a encontrarse en situación irregular en el país, lo que era utilizado por la organización para obligarles a prostituirse y no denunciar.