Incorporar al parque público los 50.000 inmuebles que la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) arrastra desde la crisis del ladrillo es el objetivo que persigue el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras sacar adelante la primera ley de la vivienda de la democracia que tiene previsto aprobar antes de las elecciones del 28 de mayo. En su empeño está movilizar esas 50.000 viviendas de la Sareb en toda España para alquiler asequible. El domingo lo anunció en un mítin en Valencia y el Consejo de Ministros lo aprobó ayer. Sin embargo, y a pesar de no conocer aún la letra pequeña de esta medida y de saber cómo el Gobierno regional dará salida a las 3.000 viviendas del llamado banco malo en la región, es previsible que el alquiler asequible de estos inmuebles tengan escasa repercusión en la provincia, y menos en la capital.
Según la propia web de la Sareb, la oferta en el territorio conquense es de 130 viviendas, de las cuales la mayoría se encuentran en Horcajo de Santiago (59), Tarancón (35) y Chillarón de Cuenca (24). En la capital, la web del banco malo sólo oferta tres. Además de las viviendas, la Sareb maneja otro tipo de activos en la provincia, con lo que la lista de muncipios aumenta a 11. Así, además de las 130 viviendas hay 37 anejos (garajes o trasteros), 32 obras en curso, 57 solares y 15 inmuebles de uso terciario, que pueden encontrarse en diferentes situaciones (en comercialización, en proceso de adecuación, cedidos a administraciones públicas para alquileres sociales, con habitantes…).
«Vandalizadas». El cálculo de viviendas de la Sareb del presidente del Ejecutivo se choca con la realidad porque según expertos inmobiliarios consultados por La Tribuna, muchas de esas viviendas están ocupadas o no reúnen las condiciones mínimas para salir al mercado de alquiler. Por ejemplo, Martín Romero, responsable de Inmobiliaria Romero, asegura que «en Cuenca la Sareb no tiene inmuebles alquilables» y explica que muchas «están vandalizadas» y que «las que pudiera haber necesitarían grandes inversiones en las instalaciones».
«La demanda multiplica por diez a la oferta». El acceso a la vivienda, en especial de alquiler, es cada vez más complicado. Hay menos oferta en el mercado y el precio de los alquileres es más caro. Además, los propietarios requieren más avales a los futuros inquilinos. En la capital, por ejemplo, el alquiler de la vivienda en marzo se situaba en 6,7 euros por metro cuadrado, lo que supone un aumento del 0,3% respecto a febrero y un 10,8% en términos interanuales. Son datos del portal inmobilario Idealista, que ponen negro sobre blanco la situación del mercado inmobiliario. Un análisis de la situación lo ofrece Martín Romero, máximo responsable de Inmobiliaria Romero, quien considera que «el problema de la vivienda es que cada uno busca su rentabilidad en función de la inversión y necesita una seguridad jurídica». Tras preguntarle sobre propuestas como la ley de la vivienda o los alquileres de la Sareb, tiene claro que la solución pasa por «favorecer al inversor que pone viviendas en el mercado porque hay una demanda que multiplica por diez a la oferta».