Mueren 13 estudiantes extranjeras al volcar un autobús en Tarragona

AGENCIAS
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El conductor del autocar, que volvía a Barcelona desde Valencia con 60 universitarios de Erasmus a bordo, dio un volantazo, se saltó la mediana y acabó chocando contra un coche

 
 Trece chicas de varias nacionalidades, en su mayoría estudiantes de Erasmus vinculadas a la Universidad de Barcelona, murieron ayer en un accidente de autobús en la AP-7 en Freginals (Tarragona), un suceso que Gobierno y Generalitat achacan inicialmente a un «error humano».
El siniestro, ocurrido minutos antes de las seis de la mañana, se produjo, al parecer, cuando el conductor del autobús, con 61 personas a bordo, dio un volantazo, atravesando la mediana de la autopista y volcando, para acabar colisionando con otro vehículo, lo que provocó 13 fallecidos, 34 heridos de diversa consideración -de los cuales, al cierre de esta edición quedaban 23 ingresados, seis en estado crítico- y 16 ilesos, entre ellos los dos ocupantes del coche involucrado.
El vehículo pertenecía a la empresa Autocares Alejandro, de Mollet del Vallès (Barcelona), que formaba parte de una expedición de otros cuatro autobuses que llevaban a los estudiantes a Barcelona desde Valencia, donde los jóvenes habían asistido a la cremà de las Fallas en un viaje gestionado desde la Ciudad Condal.
Las 13 víctimas mortales son todas mujeres, de origen extranjero, según confirmó el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, que se desplazó a la zona, aunque no detalló las nacionalidades porque se está procediendo a la identificación de las fallecidas, en la que participan 17 forenses procedentes de Tarragona y Barcelona. Dos de ellos son especialistas en odontología, con experiencia en catástrofes, según apuntaron desde el Gobierno autonómico. Además, estudiantes que resultaron ilesos o bien que fueron dados de alta de los hospitales ayudarán de forma voluntaria en la identificación de sus compañeras.
La Dirección General de Protección Civil de la Generalitat informó de que en el bus viajaban jóvenes de Hungría, Alemania, Suecia, Noruega, Suiza, la República Checa, el Reino Unido, Italia, Perú, Bulgaria, Polonia, Irlanda, Japón, Ucrania, Holanda, Bélgica, Francia, Palestina, Turquía, Grecia, Nueva Zelanda y Finlandia.
Fernández Díaz, acompañado de la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, reafirmó que la principal hipótesis del origen del accidente es «una causa humana indeterminada, pero más humana que técnica».
Eso sí, el conductor, un hombre con entre 35 y 40 años de experiencia que llevaba 17 años trabajando en la empresa y sin siniestro alguno en su historial, dio negativo tanto en las pruebas de alcoholemia como en la de drogas, y ni el tacógrafo ni los papeles del vehículo presentaban ninguna anomalía. Él fue uno de los 16 ilesos y tendrá que declarar esta mañana ante el juez después de pasar la noche en la comisaría de Mossos d’Esquadra de Tortosa.
Según detallaron fuentes de la investigación, el autocar accidentado cumplía todas las normas de seguridad, había pasado la ITV cuando le tocaba y era un vehículo de unos tres años de antigüedad de la marca Mercedes. Formaba parte de un total de cinco autocares contratados por la Asociación European Students Network.
El lugar de la tragedia, el punto kilométrico 333 de la AP-7, no registraba un accidente mortal desde 2010, según explicó Abertis Autopistas, no está catalogado de alto riesgo y «en los estudios públicos anuales que se hacen» no figura como uno de los lugares con más siniestros.
 
Tres días de duelo. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, suspendió el viaje que tenía previsto realizar ayer a París, mientras que las banderas de la Universidad de Barcelona, donde estudiaba la mayoría de los jóvenes que viajaban en el autobús, ondean a media hasta en señal de luto. En el recinto educativo, además, se abrió un espacio donde se habilitaron varios libros de condolencias hasta el próximo miércoles, ya que el Govern declaró tres días de duelo.
A media tarde, después de visitar el lugar de la tragedia, Puigdemont se desplazó hasta el hospital Verge de la Cinta de Tortosa para conocer el estado y la evolución de los heridos.
Acompañado por el conseller de Salud, Antoni Comín, durante su visita al centro sanitario, el dirigente pudo hablar con un joven turco, herido en el siniestro, que estaba en estado de shock por el fallecimiento de sus compañeras. 
Para hoy, a las 12,00 horas, se han convocado cinco minutos de silencio por las víctimas en el edificio histórico de la Universidad de Barcelona.