La pregunta que titula este artículo es, ahora mismo, la del millón. ¿Hacia dónde vamos ahora y qué cabe esperar del plan de movilidad –XCuenca– que desterraba el ferrocarril tradicional en pro de la potenciación de la alta velocidad, el transporte por carretera a demanda y la integración urbana de los terrenos de ADIF en pleno centro de la ciudad? El anuncio de que el Tribunal Supremo suspende de forma cautelar la clausura del tramo ferroviario entre Tarancón y Utiel en la línea Madrid-Valencia, pilló a paso cambiado a propios y a extraños. Un fallo tras el recurso presentado en marzo a petición de once municipios afectados, ocho de ellos de Cuenca.
A partir de ahí, las reacciones no se hicieron esperar. La primera, la del Partido Popular, encabezada por su presidente provincial, Benjamín Prieto, adalid popular en la lucha a favor del tren convencional. El máximo responsable de esta formación en Cuenca, celebró el fallo del Supremo y animó al PSOE a «pedir perdón» a los conquenses por pretender desmontar el ferrocarril. Un postulado al que el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, mostró vía libre, y es que, al preguntarle si restablecerán el tren convencional Madrid-Cuenca-Valencia si su partido accede al Ejecutivo, se comprometió a respaldar las peticiones de las provincias en asuntos que tienen que ver con inversiones del Gobierno central, como ésta en concreto.
Prieto y Maroto no tardaron en encontrar la réplica por parte del PSOE, baluarte fundamental del Plan XCuenca. Llegó, pocos minutos después, de la mano de una de las voces más autorizadas del partido en la provincia, José Luis Martínez Guijarro. El vicepresidente regional en funciones, lejos de entender el fallo como una celebración, apuntó que éste supone la paralización de 40 millones de euros de inversión en territorio conquense. Fue tajante al afirmar que «una vez más, el PP va en contra del futuro de la provincia» y en clara alusión a Prieto, afirmó que «ya veremos quién acaba pidiendo perdón a quién en Cuenca».
A estos dos antagónicos pareceres se unieron las plataformas y movimientos en defensa del tren convencional, pidiendo su inmediata restitución. En ese discurso se encontraba también el grupo municipal Cuenca en Marcha, que lanzó un órdago al alcalde pidiéndole que solicite «a la mayor celeridad» el restablecimiento del servicio. «Si no lo hace él, lo haremos la mayoría de concejales del Pleno», advirtió la formación.
¿Qué puede pasar? Todo el mundo se pregunta en qué puede afectar este paso al frente que ha dado el Supremo. Desde el PSOE dan por hecho que se han perdido «varios años» debido a la paralización del proyecto. Consideran que la resolución definitiva –y no cautelar– del Tribunal puede demorarse en el tiempo. De hecho, Martínez Guijarro ya avanzaba que «no podremos conectar la estación del AVE por el centro de la ciudad» y que «a lo largo de la legislatura no se podrá ejecutar el proyecto de integración de los terrenos de ADIF». Y si no, al menos, no por el momento...
El proyecto, por tanto, entra en una especie de stand-by y desde el PSOE solo esperan que el Tribunal Supremo se pronuncie con rotundidad lo antes posible y entienda el refrendo social que los conquenses le dieron al XCuenca el 28 de mayo.