La magia del séptimo arte llega por segundo año consecutivo a la capital de la mano del Festival Internacional de Cine de Comedia de Cuenca (Ficcue), que comienza hoy y se prolonga hasta el sábado. El actor y productor Javier Muga impulsa un certamen que sigue fiel a su origen, ya que nació con el objetivo de consolidar un género con multitud de espectadores como es la comedia y hacer de Cuenca una ciudad de cine.

El Ficcue llega cargado de novedades. Habrá más días de programación, casi 70 películas, la actriz Gemma Cuervo recibirá la mención de honor y se tributará un emotivo recuerdo a la fallecida Itziar Castro. Además, el sábado, a partir de las siete de la tarde, muchas caras conocidas del mundo del cine, el teatro y el espectáculo pisarán la alfombra azul para asistir a la gala de clausura en el Teatro Auditorio.

La segunda edición del Festival Internacional de Cine de Comedia está a punto de comenzar. ¿Cómo lo afrontas?

Con muchas ganas e ilusión y con la sensación de que el festival se está consolidando. Creo que lo importante para que esto funcione es un buen equipo, y yo lo tengo. Son alumnos de la Universidad de Castilla-La Mancha que el año pasado estuvieron haciendo prácticas y este año se han consolidado como parte del proyecto. Lo han apoyado de manera altruista porque quieren que esto esté en Cuenca y que la presencia cultural sea más grande. Hay gente del equipo que ya trabajó con nosotros el año pasado que ha creado su propia productora, que es Hackeo Producciones y que también colaboran en la organización. 

Además, no hay que olvidar el apoyo institucional y de los patrocinadores, porque sin ellos esto es inviable. El dinero es lo que mueve la organización, si no hay apoyos, no hay gente que venga.

Una buena señal es que hay más días de festival... 

Sí. Este año hemos ampliado los días. El año pasado empezó un miércoles y fueron cuatro días. Esta edición se prolonga desde el lunes hasta el sábado. Tenemos cuatro días de proyecciones y más actividades culturales abiertas al público. Creo que, sobre todo, es acercar el festival lo máximo a la ciudadanía a los invitados y a los visitantes.

¿Cuál consideras que es el gran cambio del Ficcue respecto al año pasado?

El gran cambio está, por ejemplo, en las llamadas que recibo. Hay mucha gente interesada en presentar sus proyectos, gente del sector que quiere venir. El año pasado era yo el que tenía que escribir para ampliar horizontes y en esta ocasión soy yo el que recibo llamadas y mails para acudir al festival. Hay medios de comunicación y prensa del sector audiovisual y el cine que se ponen en contacto conmigo para acreditarse, incluso cineastas. También noto el apoyo de actores y actrices que cuando se les propone la idea te contestan con un 'Sí'. Es verdad que a nivel institucional también se nota que ya está más asentado. Está la idea de que el apoyo que nos prestan es para todas las ediciones y eso es algo muy importante porque le da más profundidad al festival. Además, estamos más cerca de poder ser seleccionadores para los Premios Goya. A partir de la tercera edición presentaré la candidatura.

¿De qué te sientes más orgulloso es este proceso de poner en marcha un festival que aspira a ser seleccionador de los Goya?

Del apoyo que estoy teniendo. Yo puedo ser el motor del proyecto, pero necesito las máquinas del engranaje que hagan que esto se mueva, y esto lo hacen el equipo, las instituciones y los patrocinadores. Me siento muy orgulloso de recibir los síes que recibo, pero también de los noes porque te hacen luchar más y aceptar lo que viene. 

La autocrítica siempre es positiva. ¿Dónde crees que el Ficcue va a dar un salto para mejorar?

Voy a ser honesto. El año pasado el festival se hizo para demostrar que esto podía estar y existir, que el cine tenía un hueco en Cuenca. Este año, sin embargo, estamos intentando focalizarlo en los cineastas, en los proyectos audiovisuales porque éstos si no se presentasen, el festival no existiría. A mí no me gusta llamarles ganadores ni premiados porque sacar adelante un proyecto audiovisual es muy difícil, y lo sé muy bien como productor y actor. Lo importante es que se siga haciendo cine y este año ponemos el foco en que sea así.

¿Qué papel juega el jurado en ese objetivo?

Este año el jurado está siendo mucho más exigente porque consideramos que para que un festival se coloque en el nivel profesional al que aspiramos y ser seleccionador para los Goya, el criterio tiene que ser muy concreto. Hay muchos proyectos de calidad y hay que valorarlos mucho más, ser más detallistas. 

¿Te ves como miembro de un jurado?

Yo no sería capaz de ser miembro de un jurado porque me mueve más lo emocional que el criterio de lo que veo en ese momento. Me digo: 'Madre, mía el trabajo que esto lleva, porque este corto de cinco minutos igual lleva una semana de rodaje'. Por eso no puedo disociarme.

Este año el jurado ha subido varios peldaños y lo va a tener más difícil para elegir entre las propuestas. ¿Estás de acuerdo?

He recibido mensajes de 'chapeau el jurado'. Creo que el jurado es una de las partes importantes que hace que el festival se coloque donde quiero que esté. Es una decisión individual que se unifica en un grupo. El jurado tuvo cuatro reuniones formalizadas en las que yo podía estar presente solo en las dos primeras y veo que van muy en serio. Son muy profesionales y sus últimas decisiones han sido a puerta cerrada. Sé que ha habido mucho debate a la hora de defender sus criterios, y eso lo hace mucho más profesional. Hemos tenido que quitar alguna sección porque el jurado ha considerado que no había unanimidad para llegar a las tres nominaciones por categoría.

¿Cuál es el estado de salud de la comedia española?

Una de las cosas por las que estoy muy contento, y que creo que no tiene que desviar mi atención, es el objetivo de realzar la comedia. No te puedes imaginar la cantidad de mensajes y mails de agradecimientos por darle a la comedia el lugar y el espacio que se merece. Te hablo de artistas, directores, productores, guionistas… Este año, por ejemplo, viene José Corbacho, que se enteró que estaba nominada su serie Un nuevo Amanecer. Él no va a poder estar en la gala de clausura pero vendrá al festival porque quiere estar presente. Decía que no encontraba su lugar para que la serie estuviera, y en Cuenca lo tiene. Creo que la comedia vive un momento glorioso y que hay muchas producciones tanto en las plataformas como en cine. De hecho, en las plataformas calculo que un 70 por ciento de los proyectos que eligen son de comedia o tragicomedia. Es lo que mueve al público.

¿El Ficcue contribuye a que la comedia deje de considerarse erróneamente como un género menor?

Sí. El objetivo principal por el que se creó este festival es para consolidar la comedia. Poco a poco, creo que lo vamos a conseguir porque el sector audiovisual en España es muy grande y está dominado por las grandes empresas, pero vamos a dar un espacio que esperemos que cada vez le dé mayor repercusión. Es clave seguir apostando por ello, trayendo cada vez a más profesionales y dando más espacio a los cineastas.

La actriz Gemma Cuervo recibe este año el premio de honor del Ficcue. ¿Por qué esta elección?

Es algo que lo llevo pensando antes de hacer el festival. Al igual que tenía claro que quería que la presentadora fuera mi amiga Belinda Washington, quería que este premio lo recibiera Gemma Cuervo. Tiene una esencia y un áurea de comedia que no es comparable a ninguna otra actriz. Es alucinante porque es de las actrices más españolas que tiene las tablas de escenario, de teatro, y según mi criterio personal un buen actor tiene que saber estar sobre las tablas. El resto es un plus. Si sabes actuar sobre un escenario puedes hacer audiovisual. Un actor de teatro tiene más disciplina y a la hora de trabajar en los rodajes es más fácil. Ella es el ejemplo. Además, es una institución dentro de la familia.

Belinda Washington está muy ligada al festival. ¿Exagero si digo que es como la hada madrina? 

No exageras. En la primera obra grande de teatro que escribí estuvo Belinda Washington. Eso nos unió y tenemos una gran amistad. Hablo casi a diario con ella. Representa la esencia del festival, tiene frescura, comedia, profesionalidad y tablas. Me encanta trabajar con ella. Cada vez que me subo a un escenario o ruedo con Belinda siento que formamos un tándem perfecto.

Uno de los momentos estelares del festival será la gala. ¿Qué sorpresas habrá en la alfombra azul?

Hay algo que se critica mucho en los festivales de cine, que a mí me sorprende mucho, y es que es un momento especial para que las instituciones y los patrocinadores se vean reflejados en lo que están haciendo. Hay festivales que critican que sea el momento más de moda de celebrities o de parafernalia. Pero yo creo que va todo junto y que hay que cuidarlo. 

Este año estamos muy contentos porque hemos apostado para que sea más vistosa y que la gente puede disfrutar de la alfombra y del photocall. Va a haber muchos invitados en la alfombra azul de la gala del día 18, que empezará a las siete de la tarde. Durante una hora se podrá ver a los invitados. 

¿Por ejemplo?

Además de Belinda Washington estará Nerea Barros, que es la presidenta del jurado y una actriz que cuenta con un Goya. También estarán, entre otros, Marta Hazas, Javier Veiga, Marta Belenguer, Cristina Alcázar, Paula Gallego, Juanjo Artero, Víctor Palmero u Omar Banana, que estuvo nominado como actor revelación en los últimos Goya. Además, viene Felipe Otaño, que es uno de los actores de La Sociedad de la Nieve, la película de Juan Antonio Bayona, que también presentará la película Meteorito y que se rodará íntegramente en Cuenca.

En la gala se rendirá un homenaje en recuerdo a Itziar Castro. Será muy emotivo…

Sí. Será un momento muy emotivo porque Itziar es un referente de la comedia. Su cortometraje La cita se sacó de la sección oficial, donde estaba seleccionado, porque el festival ha decidido hacerle un homenaje en la gala de clausura. Va a ser muy bonito recordarla.

¿Podemos afirmar que la aportación del Ficcue propicia que Cuenca sea una ciudad de cine? 

Claro que sí. A Cuenca le faltaba tener un festival de cine internacional, del que estoy sorprendido de la cantidad de proyectos que se han presentado. Desde Chile, Argentina, Italia, Francia... Ya nos estamos colocando no solo a nivel nacional, sino que estamos traspasando fronteras. Hay festivales internacionales que están poniendo el nombre de Cuenca en boca de los cineastas.