Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


Aprendiendo de los mejores

17/08/2023

Parafraseando a Sabina que decidió huir del frío buscando en las rebajas de enero, me dispuse en pasadas semanas a huir del calor buscando refugio en las agradables temperaturas de la Reserva de la Biosfera de Somiedo, enclavada en un paraje singular e incomparable del principado asturiano. Cada vez que viajo (seguro que a ustedes les pasa lo mismo), me afano en empaparme de aquello que me puede ayudar para mejorar lo que tengo a mi alrededor. Tenía ganas de visitar Oviedo por razones históricas, gastronómicas, culturales... Y he de decirles que me enamoró desde el primer momento. Así que, como el adultoscente que sigo siendo, abrí los ojos dispuesto a empaparme de todo aquello que ha hecho de la capital asturiana, en palabras de Woody Allen, una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada intentando hallar qué usos se podían implementar en nuestra capital castellana. Debo afirmarles que más allá de la envidia que me suscitó el continuo y acertado mobiliario urbano en forma de múltiples estatuas que recuerdan a quienes han tenido una especial vinculación con la ciudad y que conforman, incluso, una ruta turística por sí solas, encontré la principal diferencia en la limpieza de la ciudad o mejor dicho, en cómo se afronta la suciedad urbana. 

Seguro que me dirán que no se puede comparar una ciudad con otra debido a la diferencia del tamaño de las mismas. Cierto. Pero aunque nos cuadrupliquen en población, siempre hay que fijarse en las medidas que han adoptado, en la inversión que han hecho, con el fin de que las calles ovetenses estén lo suficientemente limpias como para haber conseguido diez veces la escoba de platino en reconocimiento a la limpieza. Y lo primero que me llama la atención es el tratamiento de los grafitis que tanto afectan a nuestro centro urbano, extendiéndose, en forma de descerebrada ocurrencia, hasta los límites del casco histórico apareciendo en los lienzos de muralla cercanos al Parque del Huécar. 

En 2022 Oviedo obtuvo una nueva escoba de platino por el diseño e implantación del primer furgón con la tecnología para la captación y obtención in situ del color para la eliminación de grafitis sobre fachadas pintadas. Quizá sería conveniente aprender cómo funciona tan oportuno furgón ya que, puesto que parece complicado descubrir al ocurrente 'artista', la respuesta inmediata sería de agradecer. Claro que, por otra parte, instalaron el casco ovetense tiene instaladas toda una serie de cámaras antigamberros que reducen los grafitis tanto en número como en tamaño. A esta batalla contra el grafiti hay que unir la ausencia total de contenedores que tanto afean nuestras calles. Esto, que implica una mayor concienciación ciudadana a la hora de tirar la basura doméstica, permite transmitir al visitante la idea de una ciudad comprometida con su imagen. Ojalá, cuando esta legislatura termine, la limpieza urbana haya sido una batalla peleada por todos y, por supuesto, ganada. Será el primer paso para disfrutar de una ciudad más amable, más responsable y más comprometida.