La Unión Europea propondrá a la comunidad internacional en la cumbre de ministros de energía del G-20 que se celebrará la próxima semana en India un objetivo mundial para triplicar el ritmo global de despliegue de las energías renovables para 2030 de forma voluntaria y que duplicar el ritmo de mejoras de la eficiencia energética en está década respecto a la anterior.

Así lo ha anunciado este miércoles en rueda de prensa en el consejo informal de ministros de Energía de la Unión Europea que se celebra en Valladolid la Comisaria de Energía, Kadri Simson, quien ha manifestado la voluntad de la UE de promover este año estos dos compromisos en materia de renovables ya que considera que creará "oportunidades para todos los países que aumenten sus alternativas ecológicas".

La comisaria ha precisado que ese objetivo de triplicar las renovables hasta 2030 no es obligatorio y que pretende que la mayor parte de la nueva capacidad de energía que sea renovable. Para la comisaria, los objetivos globales "no son acordes" y cree que esto perjudica a la cartera de proyectos para la descarbonización post-2030.

"Queremos alentar a todo el mundo a que esté a la misma altura de ambición que muestran la Unión Europea y sus Estados miembros", ha justificado la responsable de energía de la UE, que ha calificado de "alentador" el apoyo que ha recibido de los ministros de energía en Valladolid así como el interés que este martes manifestó hacia la propuesta europea el presidente de la próxima Cumbre del clima de la ONU (COP28), el sultán emiratí Ahmed Al Jaber.

Por otro lado, ha expuesto, junto a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográficco, Teresa Ribera, en calidad de anfitriona de la Presidencia Española del Consejo de la UE que, "la otra cara de la transición ecológica" analizada en Valladolid, ha sido de dónde van a salir las materias primas críticas necesarias y dónde se van a fabricar las tecnologías.

La comisaria de Energía ha admitido que hay "una preocupación" en Europa por el futuro de las industrias de tecnología limpias europea y la competencia mundial para atraer inversiones con unas políticas fiscales efectivas.

En todo caso, pronostica que la Unión Europea tendrá "una historia convincente" en este ámbito ya que la crisis energética de 2022 no ha desactivado la transición energética, sino "al contrario".

Simson ha recordado que en 2022 hubo un récord de capacidad de renovables y espera un nuevo aumento este año, al tiempo que las emisiones de carbono se han reducido en un 2,5 por ciento.

De todo ello, hablaron este martes los ministros de medio ambiente y de energía con el presidente de la COP28 que se celebrará dentro de poco más de cuatro meses en Emiratos Árabes Unidos, quien les habló de sus planes y criterios de medición del éxito en la cita climática.

Al respecto, la comisaria ha manifestado la "percepción compartida" de los ministros de los Veintisiete con Al Jaber de que esta COP28 "representa una de las últimas oportunidades para actuar juntos y de forma decidida a favor de la mitigación climática".

Por eso, la UE quiere una transición limpia "competitiva" en Europa y ha propuesto una ley de tecnologías limpias que garantice el acceso a las materias primas críticas.

Simson ha recordado que hace 15 días la Comisión presentó una propuesta que permitirá movilizar hasta 160.000 millones de euros en ese sector y que las empresas "progresen en Europa". A ese respecto, ha añadido que en Valladolid han hablado de la importancia de ese plan y de los obstáculos que todavía hay que salvar.

En todo caso, ha celebrado el consenso sobre la necesidad de que Europa esté "a la altura" y haga los esfuerzos necesarios para mejorar su competitividad en tecnologías limpias. La comisaria defiende que hay que mantener un acuerdo equilibrado sin caer en el proteccionismo pero confía en su capacidad de investigación, en su mano de obra cualificada y en la capacidad industrial muy dinámica para estar en la "vanguardia" de la transición limpia".

Por último, la comisaria cree una de las fórmulas para conseguir un mercado interno de la energía que esté al día, que aumente su flexibilidad y mejore las redes inteligentes para facilitar la transición a una energía limpia pasa porque las renovables lleguen al 69 por ciento en 2030 y hasta un 80 por ciento en 2050, al tiempo que considera que la necesidad de flexibilidad del sistema eléctrico deberá aumentar hasta un 30 por ciento para el 2030 para lo que será necesario facilitar la adquisición de permisos para la instalación de renovables y mejorar las instalaciones de almacenamiento de energía.

De todo ello han hablado los Veintisiete en Valladolid, donde Simson ha celebrado que el nuevo diseño del mercado eléctrico ofrecerá "nuevas opciones" en ese sentido y mejorará la cooperación internacional.

En todo caso, ha celebrado que hace un año la preocupación en Europa era como reducir la demanda eléctrica y ahora se está "hablando del futuro". "Estamos pasando de la respuesta a la crisis a nuestra agenda de la neutralidad climática", ha comentado.