Brasil avanzó ayer a los cuartos del Mundial con una agónica victoria por 3-2 en penales sobre un Chile gigante, que frenó a los pentacampeones hasta el último segundo de un duelo muy intenso y equilibrado.
El portero Julio César, que detuvo los disparos de Pinilla y Alexis Sánchez, fue el más aclamado por sus compañeros y abandonó el terreno de juego oyendo su nombre gritado por el público, que lo celebró como el gran héroe del partido.
Tal como temía Scolari, Chile en ningún momento se intimidó ante la camiseta amarilla y sus cinco títulos ni tampoco por la hinchada brasileña. La ‘canarinha’empezó mejor. El preparador ‘carioca’ se inspiró en la táctica utilizada por Holanda para derrotar a Chile y, por varias veces, logró acorralar a la ‘Roja’ en su propio campo.
A los 15 minutos, Claudio Bravo salvó por dos veces a su equipo al atajar un tiro libre de Neymar y desviar otro de Hulk. Sin embargo, no pudo evitar que Brasil inaugurara el marcador poco después tras un saque de esquina ejecutado por Neymar. Thiago Silva habilitó de cabeza a su compañero de defensa David Luiz, quien superó a Gonzalo Jara para marcar su primer tanto con la camiseta amarilla.
Scolari esperaba que, en desventaja, su oponente saldría a atacar y dejaría más espacios para que su equipo pudiera ampliar la ventaja. Pero su previsión se cumplió solo a medias. La ‘Roja’, que ya había asustado a la ‘verdeamarelha’, al menos en otras dos ocasiones, empató aprovechando un error del delantero Hulk, quien le regaló una pelota a Eduardo Vargas en el campo defensivo de Brasil.
El atacante del Valencia no desaprovechó la oportunidad, y entregó el balón a Alexis Sánchez para que definiera con un disparo inatajable para Julio César.
Después del tanto, Brasil volvió a aumentar su presión ofensiva, pero entonces volvió a brillar Bravo, quien desvió disparos de los azulgrana Neymar y de Dani Alves.
Chile tampoco estaba contento con el empate y, a punto estuvo de dar la vuelta al marcador con un disparo de Sánchez desviado primero por Julio César y luego por David Luiz.
En el segundo tiempo, el bloque de Sampaoli echó el cerrojo y pasó a controlar la zona central. Con ello, achicó también a Brasil. La hinchada local buscaba alentar a sus jugadores a los gritos de «¡Uno más!», pero las oportunidades eran pocas.
Lo único que le faltaba a Chile para escribir una nueva Historia y a Brasil para sostener la suya era un gol que no llegó. Las mejores oportunidades surgieron en los últimos minutos, y fueron desperdiciadas por Pinilla, con un disparo en el travesaño, y por Ramires, con un tiro que pasó a milímetros del arco.
La clasificación a cuartos pasó entonces a la tanda de penaltis y, gracias a las paradas de Julio César y al error de Jara, la anfitriona evitó la tragedia y consiguió el billete para seguir adelante.