Iker Moreno, de 19 años y natural de Tarancón, que ha sido uno de los heridos este jueves en los Sanfermines, tras sufrir una contusión en la rodilla al caer al suelo en la zona de Estafeta, corría junto el cuarto encierro de este año junto a su padre, Iñaki, un corredor veterano.
El joven corredor conquense, sin daños graves, ha recibido el alta y, a su salida de Urgencias ha comentado a los medios de comunicación que «había mucha gente y varios se me han caído encima. Uno de ellos en el tobillo, otro en la rodilla y me han arrastrado por el suelo».
Su padre, Iñaki Moreno, es un participante más veterano de los encierros, ambos comparten pasión por segundo año consecutivo dentro del recorrido y, sobre el golpe de su hijo, ha reconocido que no se había dado cuenta de la caída de su hijo «porque estaba atento a los toros, solo de que ya no estaba al lado».
Pese a coincidir en su afición por los toros, en el deporte existen más discrepancias, ya que Iker ha realizado el trayecto con una camiseta del Levante a modo de celebración «por el ascenso a Primera», al contrario que Iñaki, con indumentaria osasunista.
Ahora, a la espera de "que la rodilla no se hinche mucho", padre e hijo esperan a los toros del viernes de la ganadería Jandilla, su favorita a excepción de los Miura, habituales en el último día, aunque "no les da tiempo a verlos".