«Salvo catástrofe, varios proyectos clave verán la luz»

Leo Cortijo
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El presidente provincial, que inicia los primeros pasos del segundo tramo del camino que, destaca, comenzó a andar hace cuatro años, se conjura para ello y asegura que «ya no cabe ningún tipo de excusa».

«Salvo catástrofe, varios proyectos clave verán la luz» - Foto: Reyes Martinez

Álvaro Martínez Chana inicia los primeros pasos del segundo tramo del camino que, destaca, comenzó a andar hace cuatro años. En el horizonte, una serie de metas que conseguir en forma de proyectos clave para «transformar» la capital y la provincia. El presidente provincial se conjura para ello y asegura que «ya no cabe ningún tipo de excusa». 

A nivel personal, ¿siente una responsabilidad especial por la repetición del refrendo popular?

Cuando uno recibe el apoyo de la gente y de tu partido es un chute de ilusión, ganas y seguir trabajando. Cogemos esta nueva etapa con impulso, venimos con un trabajo hecho y eso es importante. No empezamos de cero. Las ganas están como el primer día o incluso más, porque ahora soy plenamente consciente de dónde estoy y de dónde queremos ir, y para ello nos hemos rodeado de un 'equipazo'.

¿Hasta qué punto es importante el continuismo para que puedan salir adelante proyectos?

Es clave. Con la evolución de la normativa, cualquiera que esté en el mundo de la administración, es consciente de que los tiempos son eternos. En los proyectos de un calado importante la parte burocrática se eterniza y te lleva tres y hasta cuatro años. Por tanto, esos proyectos si no tienen continuidad en la gestión, en muchas ocasiones, se quedan en el cajón. Y claro, hay una sensación en el ciudadano de ¡mira, prometen pero no cumplen!, cuando realmente se está haciendo… Esa parte oculta va a poder ver la luz en esta legislatura. Los proyectos más importantes de la Diputación están en la fase final de la burocracia. Y como la directriz es continuar, se van a plasmar en el terreno y vamos a ver realidades que, posiblemente, si no fuera así, no sería posible.  

El proyecto estrella de la legislatura es el Parque Científico y Tecnológico. ¿Minuto y resultado?

Para Cuenca capital y para gran parte de la provincia va a ser una gran noticia, porque partimos de la base de una muy baja industrialización. Quizá en otras zonas esto no resulte tan revolucionario, pero aquí sí, y dará un impulso. Además, lleva aparejado una serie de proyectos aledaños, como es la BRIF. Ya se han iniciado las obras para que el operativo que estaba en Prado de los Esquiladores se traslade aquí. Estamos también tramitando la licencia de obra para el centro de investigación del hidrógeno, que es otra de las patas que cuelga de este parque. Ahora nos toca la parte de la urbanización de esos más de 600.000 metros cuadrados de terreno para las empresas.  

Otro proyecto que planea en el horizonte es la planta de residuos, ¿no?

Sí, hablamos de una planta moderna, con una inversión muy importante de más de 30 millones, que tiene que servir para un cambio de gestión de residuos en nuestra provincia. Avanzamos con la adquisición de terrenos, con el anteproyecto y estamos en esa fase de evaluación ambiental y búsqueda de fondos porque financiar esa cantidad de dineros requiere de fondos europeos o el apoyo de otras instituciones.  

Lo que ya es palpable son los dos nuevos parques de bomberos...

Esos sí son una realidad física porque las obras están ya prácticamente terminadas, estaban dando remates de pintura, y ahora nos toca dotarlos de mobiliario y elementos de funcionamiento y vehículos. El servicio tendrá que reestructurarse a nivel provincial porque vamos contar con cuatro parques y dos convenios, uno con la ciudad de Cuenca y otro con el Sepei de Albacete.  

Otro caballo de batalla: el Plan XCuenca. ¿Hasta qué punto es un palo el auto del Supremo?

Es un trastorno ciudadano. A nadie le agrada que cuando se está trabajando en un proyecto puedan ponerse estos palos en las ruedas... que no es el primero porque ya lo vivimos con la medida cautelar de la paralización del derribo del muro, que afortunadamente se resolvió en apenas unas horas. Aquí es a Adif al que le corresponde responder y, personalmente, confío en que la Justicia sea rápida porque estamos hablando de un perjuicio muy grave para la ciudadanía. No tenemos ninguna información, trasladada por Adif, del alcance de la medida cautelar. Pero es una medida que puede afectar a todo lo que ya se ha desplegado: los autobuses o los servicios Avant, por ejemplo… Le preguntaré a los responsables últimos de esto si es mejor lo que teníamos antes que los servicios que se han aprobado. Que sean los ciudadanos los que evalúen la conveniencia o no de este plan, y lo han evaluado en las urnas. Los gobiernos socialistas no hemos engañado a nadie, dijimos que apostamos por este plan, y ha obtenido el respaldo mayoritario de los ciudadanos. Por algo será... por algo será. 

¿Cree que detrás de esa postura en defensa del tren del Partido Popular hay más una intención política?

Totalmente. Fíjate: en los pueblos que atraviesa el tren, salvo en dos de ellos, el PSOE ha ganado en todos las elecciones regionales. Aquí hay una componenda política clara. Respeto las opiniones de todos, pero no se está buscando, objetivamente, un mejor servicio. Se está buscando tener un rédito político porque le he paralizado el proyecto a la Junta y a la Diputación. Y eso, al final, a quien hace daño es a los ciudadanos.  

Por unos o por otros, la sensación que saca el ciudadano al final, creo, es la del inmovilismo. Ni para adelante ni tampoco para atrás...

Pero es que judicializar la política es lo que tiene. Un gobierno tiene la potestad de decidir qué servicios pone en marcha y cuáles no. No estamos hablando de un ámbito técnico o legal, son potestades que tienen los gobiernos. Meterte en la judicialización continua, sabiendo que en este país la Justicia es lenta, es una forma de hacer política que hemos conocido en esta provincia durante muchos años y tenemos que empezar a desterrar. 

Hablando de la judicialización de la política, ahí está el edificio Icona…

Habíamos llegado a un acuerdo de dos millones de euros que para las arcas municipales iban a tener una buena repercusión para inversiones, mejoras y servicios, y se quedaron ahí. Hay gente que ha venido a esto no para servicio público, sino para servicio propio.  

¿Espera que los plenos de esta legislatura no sean tan broncos?

Vas a decir que soy políticamente correcto, pero creo que tiene que ser así. La legislatura pasada terminó, se abre una nueva, y espero que exista ese respeto institucional. Lo que me gustaría es que llegáramos a acuerdos y consensos. No voy a hacer un análisis previo y poner ya unas etiquetas cuando todavía no nos hemos ni sentado. Tenemos que tener todos esa responsabilidad, yo el primero como presidente, de que sean debates sosegados y antepongamos el interés general por encima de los intereses de nuestros partidos.  

Hablan de que ésta «va a ser la legislatura» de Cuenca. ¿Eso le añade un plus de responsabilidad? ¿siente ese aliento en el cogote?

Sí, totalmente. Esta legislatura no hay excusas. Hemos trabajado la parte burocrática, estamos de nuevo las tres administraciones alineadas, y los proyectos tienen que salir sí o sí. Eso sí, siempre y cuando, como hemos visto con el Plan XCuenca, no existan distorsiones ajenas al devenir normal y corriente. Si esto no sucede, estoy convencido de que salvo catástrofe, proyectos como las escaleras mecánicas, el Parque Científico Y Tecnológico, el centro de discapacidad… tienen que ver la luz y convertir a Cuenca, por fin, en esa ciudad de futuro que guste a los conquenses.