4.580. Ese es, a día de hoy, el número de abonados para la feria taurina de San Julián. Una cifra que vuelve a situar a la conquense como la tercera plaza en número de 'fieles', solo por detrás de Madrid y Pamplona. Además, se da la circunstancia de que este año se ha producido un «repunte» en el número del mismo, con 130 más que en la edición del año pasado. Maximino Pérez, empresario del coso del Paseo de Chicuelo II, destaca que «hubo un pequeño frenazo con motivo de la pandemia, algo lógico, pero ahora hemos vuelto a crecer».
El gestor taurino lo achaca fundamentalmente a dos razones. Por un lado, el fin de la amenaza vírica, por el que muchos aficionados –la mayoría de ellos de una avanzada edad– han perdido el miedo a asistir a actos multitudinarios. Y por otro, el nivel de los carteles, y es que «la feria ha caído muy bien». No en vano, añade, «tenemos uno de los carteles del año y prácticamente a todas las figuras destacadas del escalafón, por lo que seguimos la línea de calidad y expectación de los últimos años».
Esa calidad de la que habla Maximino Pérez es la que hace que de las entradas sueltas estén 'tirando' dos festejos por encima del resto, el del miércoles 30 con El Juli, Emilio de Justo y Roca Rey con la corrida de Rehuelga; y el del lunes 28 con Morante de la Puebla, José María Manzanares, Fernando Adrián y la corrida de José Vázquez. Además, la de rejones también marcha a buen ritmo, «casi al mismo nivel», destaca el empresario, ya que «el enfrentamiento entre Guillermo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura aquí no se ha visto, y por lo que notamos en el termómetro de la taquilla va a haber un 'entradón'».
ilusión en la afición. La expectación levantada por el serial sanjulianero trasciende fronteras. Además de los tradicionales abonados venidos desde todos los puntos de la provincia, Maximino Pérez pone el foco en la «gran aceptación» que los carteles han tenido en la Comunidad de Madrid, pues «desde allí hemos tenido muchas peticiones». Pero es más, la feria trasciende las fronteras nacionales con clientes llegados desde Perú, México, Francia, Portugal... y hasta China. «Un grupo de ciudadanos chinos nos comentó que estaría de vacaciones en Cuenca y que querían ir a dos festejos», destaca como anécdota.
En cuanto a los toreros heridos en otros compromisos, Maximino prefiere ser «cauto», porque el único que entraña riesgo real de no poder estar es Daniel Luque. «Es el que más difícil lo va a tener porque la cornada ha sido muy grave y es una pena», recalca el empresario, aunque «hasta el final hay que esperar».