Los excesos pasan factura

Manu Reina
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La Guardia Civil realiza controles de tráfico para «prevenir la siniestralidad» e informar de la «necesidad» de cumplir las normas

Los excesos pasan factura - Foto: Manu Reina

Más vale prevenir que curar. Mucho más cuando un conductor se pone al frente del volante de su vehículo, ya que no solo su vida y la de sus acompañantes depende de la efectividad de su circulación, sino también la del resto de usuarios de la vía. Teniendo en cuenta este pretexto y con el objetivo de «prevenir la siniestralidad», el Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de Cuenca realiza cada día distintos controles preventivos en diferentes puntos del territorio conquense. En estos operativos, que se llevan a cabo a tanto a plena luz solar como por la noche, se controla la velocidad y se «conciencia a los ciudadanos de la obligación de cumplir las normas de tráfico para prevenir los accidentes y las víctimas que ello produce», explica el capitán jefe del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de Cuenca, Ángel Medina.

En estos controles preventivos se mide la velocidad de los vehículos que circulan por la carretera y se llevan a cabo pruebas de alcoholemia y drogas, así como la comprobación de que toda la documentación está en regla, tanto la del conductor como la del vehículo. En cada operativo suelen intervenir una media de ocho agentes de este cuerpo especializado de la Benemérita y todos ellos tienen la potestad para «detener a un vehículo para realizar las pruebas pertinentes». «El control es aleatorio y arbitrario», añade Medina. Y es que un agente puede dar el alto a cualquier conductor cuando así lo estime y, en caso de que el usuario se niegue, estaría cometiendo un delito tipificado en el código penal.

Ángel Medina explica que los fines de semana es cuando se detecta un mayor número de infracciones por conducir bajo los efectos de las drogas o alcohol, mientras que a diario, concretamente a plena hora luz del día, es cuando más infracciones existen por exceder el límite permitido de velocidad. Este cuerpo suele realizar los controles de tráfico en rotondas, como así hizo ayer, en horario matutino en la rotonda de Arcas durante dos horas y en el que estuvo presente La Tribuna, ya que «dan cierta amplitud de visibilidad y seguridad». Aunque no es el único lugar que utilizan. El capitán jefe explica que también se llevan a cabo operativos en «cruces de carretera o zonas apartadas del tráfico» con la condición de que sea un espacio que «reúna las condiciones de seguridad que nosotros previamente hemos estudiado». 

Los excesos pasan factura Los excesos pasan factura - Foto: Manu Reina

Sanciones. Las infracciones administrativas dependen del grado de la gravedad y especialmente del margen de exceso. Cada caso se examina y el conductor podrá ser sancionado con una multa o la retirada de puntos del carnet. En los casos más graves se le retirará el carnet y se le inmovilizará el medio de transporte, que puede ser retirado por otra persona o por el propio infractor, siempre y cuando se encuentre en plenas condiciones. Cuando se trata de situaciones muy graves, las sanciones se traducen en delitos tipificados con hasta pena de cárcel. 

En los controles de tráfico, las personas que reciban una multa económica «podrán realizar el pago en el momento con tarjeta si son de nacionalidad española». Ya que en caso de conductores extranjeros, tienen también la posibilidad de hacerlo en metálico. Cabe destacar que aquellos infractores que así lo deseen, pueden esperar a recibir la notificación en su domicilio y tendrán después 20 días hábiles para hacer el pago con el descuento de hasta el 50 por ciento de la cuantía total. Ángel Medina explica que cada vez la sociedad, «es más consciente de los peligros que implica no cumplir con las normas de circulación y la necesidad de circulación correctamente».

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Radar. En estos controles de tráfico se suele utilizar el radar para medir la velocidad de los vehículos. Uno de los métodos más utilizados es ubicar el dispositivo en «el borde de la carretera para no obstaculizar el tráfico» y a varios kilómetros de distancia de donde se ubica el control de tráfico, tal y como explica el sargento del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de Cuenca, Jesús Arias. Cuando un vehículo supera la velocidad máxima permitida o incluso circula por debajo de la mínima, el radar captura la imagen del vehículo y se emite acto seguido el número de la matricula al compañero, que se encuentra en el control. Dicha información es suficiente para detener el paso del vehículo cuando éste llega al puesto del operativo. «Ahí le informamos de la infracción que ha cometido», añade el agente Arias. En el día de ayer se notificaron varias incidencias por exceder el límite de velocidad y se informó de la importancia de cumplir las normas. Porque los excesos siempre pasan factura.