Con sus apenas 18 centímetros de ancho y tan solo un par de milímetros de espesor, la edición originaria en vinilo de That's All Right, el primer disco de Elvis Presley, se convirtió, hace ahora 60 años, en toda una revolución mundial que desembocó en el nacimiento del rock and roll.
Grabado en Memphis, el trabajó que lanzó al Rey al estrellato fue la primera piedra de un movimiento que hizo historia, y no solo en el universo musical. «Este es suelo sagrado. Desde aquí se cambió el mundo», aseguró Lana Deering, una mujer de la localidad estadounidense en la que vio la luz este álbum y que, en la actualidad, está masterizando discos de su compañía en el mismo estudio que Presley pisó hace seis décadas.
El cantante tenía 18 años cuando se colocó delante del micrófono para grabar un LP que se convertiría en legendario. En realidad solo quería hacerle un regalo a su madre, según el relato que él mismo creó. Sin embargo, parece mucho más probable que el cantante, que entonces trabajaba como camionero, quisiera ser descubierto.
Un año más tarde volvió a grabar a ese mismo estudio, pero esta vez sus propias canciones. En ese momento, el productor Sam Phillips ya no quería más temas lentos y decidió darle una única oportunidad. El muchacho, tras una pausa, interpretó That's All Right, Mama y Phillips cayó rendido a sus pies.
A veces las revoluciones necesitan un poco de tiempo, pero no fue este el caso. Cuando el popular locutor de radio Dewey Phillips puso el single, recibió cientos de llamadas e incluso un par de telegramas. Esa misma noche tuvo que poner la canción 14 veces más.
De hecho, Phillips había asegurado antes: «Si encontrase un blanco que tan solo pudiese tocar esa música negra con el mismo sentimiento, podríamos hacer millones». Cuando escuchó el disco del Rey, sabía que había encontrado lo que buscaba.
FULGURANTE TRAYECTORIA. «Su carrera no tuvo precedentes. Fue meteórica», afirmó Deering. «Dos años más tarde ya tenía cinco álbumes de oro, uno de ellos incluso en la cara B».
Así, según el administrador de su legado, Presley vendió en vida más de 1.000 millones de discos, más que ningún otro artista. Además participó en 31 películas y en los años 60 era una de las estrellas de Hollywood mejor pagas. De hecho, en n su primera cinta cantó la canción Love Me Tender, que no solo se convirtió en un éxito mundial, sino que, además, pasó a formar parte de la historia de la música.
«Después de Presley , todo cambió», apostilló en un documental alguien que entiende de la materia: Beyonce Knowles. «No solo eran sus canciones, era su aspecto y cómo actuaba. Todo lo que hacemos hoy en día, de alguna forma, se remonta también a él».
Deerin reconoció, sin embargo, que no existe una fecha del nacimiento del rock'n'roll. «Muchos consideran que Rocket 88 fue el primer disco de rock. Y eso fue en 1951», pero fue el de Memphys quien hizo el estilo popular y quien unió los ritmos blancos y negros, agregó. ¿O se apropió de la música de los negros? Kid Rock (Devil Without a Cause) lo ve diferente: «Él no robó nada. Era pobre y estaba en lo más bajo. Salió de lo más profundo de su corazón», mantuvo el músico en un mensaje de video para Graceland, la casa del cantante que, remodelada como museo, atrae todos los años a unos 600.000 visitantes.
Presley se convirtió, así, en una de las figuras más importantes del siglo XX. Se podía derrumbar y volver a levantarse. Cuando parecía que su carrera estaba de capa caída, en 1973 volvió a dar un concierto que se retransmitió en todo el mundo. Aloha from Hawaii Via Satellite fue visto por 1.000 millones de personas, más que la llegada a la luna, que se produjo cuatro años antes. Presley no era un hombre, ni un cantante, ni un artista. Era el Rey. Pero uno que ingería a diario un cóctel de pastillas.
El 16 de agosto de 1977, apareció sin vida en su cuarto de baño. Tenía 42 años. «Algunos me dicen que soy un soñador, pero todos mis sueños se han cumplido», llegó a asegurar una vez.