La traición de Judas y la resignación de Jesucristo a entregarse por nosotros plasmadas en talla con una profundidad y calidad artística espectacular se estrenan hoy en las calles de Tarancón, en la procesión del Silencio de Miércoles Santo de una Semana Santa declarada de Interés Turístico Regional.
El pasaje evangélico, que representa la escena que se produce momentos antes del Prendimiento, en el Huerto de los Olivos, -en la que, según San Mateo, Judas se acerca a Jesús y le dice: ¡Salve, Maestro! Y lo besó-, ha sido realizado por el prestigioso escultor cordobés Francisco Javier López del Espino. «Ha sido todo un reto, por volver a Tarancón, por la complicación técnica de la ejecución de la obra, así como por la parte emocional», confiesa el propio imaginero, todo un maestro esculpiendo, en el policromado, y a la hora de llegar al alma del espectador, del fiel, del cofrade que portará este paso de misterio, de la Ínclita y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Para esta misma cofradía, -con más de 850 hermanos la numerosa de la Semana Santa de Tarancón-, ya realizó en 2013 el conjunto escultórico de La Flagelación. Asimismo, en 2017 esculpió para Cuenca capital a Nuestra Señora de los Dolores y las Santas Marías, Magdalena y Salomé. «Cuenca es una provincia hermana en la que me siento como en casa, parte de mi trayectoria está ahí, volver a Tarancón me ha hecho muchísima ilusión, es un sitio soñado al que le tengo mucho cariño», afirma López del Espino, que ha compaginado la realización del nuevo Beso de Judas para Tarancón en los últimos meses con otros encargos para España y otras partes del mundo, como Estados Unidos, México o Abu Dabi. De su taller, para procesiones de Semana Santa de 2023 han salido un total de cinco imágenes, una para Cádiz, otras dos para su Lucena (Córdoba) natal, y las dos para la ciudad taranconera; que fueron bendecidas por el obispo de Cuenca, José María Yanguas, el 25 de marzo con el apadrinamiento especial de la Venerable Hermandad de El Prendimiento de Jesús de Cuenca.
Para López del Espino, Medalla de Plata y Oro de las Bellas Artes de Francia, este tercer encargo para la provincia llega en un momento de solidez de su trayectoria, «a mis 38 años me queda mucho por hacer en el mundo del arte, pero la experiencia sin duda te hace más seguro, mis inquietudes de estar a la vanguardia de la imaginería, de la anatomía y los sentimientos, no solo para culto, sino para las procesiones, se van cumpliendo», apunta el escultor.
Y para la Hermandad del Nazareno de Tarancón, con el nuevo Beso de Judas, con imágenes de vestir (por el prestigioso modisto también cordobés Antonio Villar Moreno), finaliza la sustitución de todos sus pasos de escayola por tallas que comenzó hace 25 años. Todo un reto que culmina cuando se cumple medio siglo de la adquisición del antiguo Beso de Judas de la cofradía; realizado en Talleres de Arte Cristiano de Olot (Gerona) y adquirido en la Casa Nazaret de Madrid en 1973. Como subraya el presidente de la hermandad, Rafael Luján Chumillas, 50 años que han servido para que esta escena de la Pasión de Cristo haya calado en Tarancón, no entendiéndose ya un Miércoles Santo sin los nazarenos portando al hombro a Judas besando al Señor.