La autovía A-3 fue la vía interurbana de la provincia de Cuenca en la que se registraron más accidentes el año pasado. Según el informe publicado por la empresa Informes Mecánicos, basado en datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), la autovía está a la cabeza de las diez vías interurbanas del territorio conquense al contabilizar 50 accidentes de los 122 que tuvieron lugar el año pasado.
Además de la autovía que une Madrid con el levante, la segunda vía interurbana conquense con más siniestros es la N-420, donde se registraron 17. Ya por debajo de la decena de accidentes están la N-320 y la CM-2100, con ocho percances cada una. Con siete accidentes en cada una de ellas figuran la CM-200, CM-2105 y la A-40. La antigua carretera N-3, la CM-220 y la N-310 acumulan seis cada una.
En lo que se refiere a las vías interurbanas, la AP-7 con 923 accidentes; la A-7, con 868; y la A-2, con 713, encabezan la lista de las diez carreteras con más accidentes de tráfico durante el año pasado
Estos datos de carreteras con más accidentes incluyen todos los siniestros, incluyendo aquellos sin heridos, con heridos sin hospitalizar, heridos hospitalizados y aquellos con víctimas mortales.
Según se explica en este informa, cada accidente genera una media de 1,5 víctimas en la provincia, incluyendo a los heridos no hospitalizados. Además, especifica, que el 85% de las víctimas mortales fallece durante las 24 horas posteriores al accidente y el 93% de los heridos no requiere hospitalización.
La mayoría de los accidentes se produce en un contexto de tráfico fluido (71%), con un firme en buen estado (90%), con suficiente luz natural (72%), un clima despejado (88%) y buena visibilidad (90%), por lo que la atención al volante es primordial en todo momento.
El análisis de Informes Mecánicos con los microdatos de la DGT desvela un dato para reflexionar: la mayoría de los accidentes ocurre en condiciones óptimas para la conducción. El 90% de los accidentes ocurre sobre una calzada seca y limpia, con buena visibilidad y un clima despejado. Además, casi tres de cada cuatro accidentes ocurren en vías con tráfico fluido, sin retenciones, de día y con luz natural. Por último, dos de cada tres accidentes suceden en vías con un trazado en línea recta.
Según la DGT, las carreteras que discurren por la provincia se cobraron el año pasado la vida de 21 personas en accidentes, dos menos que el año anterior, la mayoría en vías interurbanas. Este año, hasta día 4 de diciembre, antes de este puente, se contabilizan 13 siniestros mortales y 14 fallecidos.