Ser periodista ha sido un buen escondite para disimular mi torpeza con los números. Siempre preferí los romanos, porque se escriben con letras y porque me recuerdan a la numeración de los capítulos de la vieja edición del Quijote que mi padre leía conmigo cuando apenas tenía VII años.
Si usted percibe olor a tinta al leer esta columna querrá decir que es Viernes de Dolores y que le restan LVIII días para acudir –o no– a depositar su voto en las elecciones del día XXVIII del mes V. Y si el (e)lector está censado en la capital, tendrá para elegir hasta VIII papeletas de color blanco de otros tantos partidos distintos, las que una vez sumadas repartirán los XXV escaños del arco municipal en juego.
En esta semana que huele a incienso, he tenido la oportunidad de entrevistar a las VIII personas cuyos rostros colgarán muy pronto de las farolas de la ciudad para pedirle el voto. VIII conversaciones directas de las que me llevo alguna reflexión que ahora comparto antes de darles forma y publicarlas.
La amplia paleta de colores y de siglas que reclamarán durante los próximos II meses un poquito de su atención comparten gran parte de sus discursos y argumentos.
Limpiar las calles, mejorar el transporte urbano, aumentar la seguridad, atraer a más empresas, crear más empleo, ampliar la participación ciudadana o bajar impuestos, pinceladas idénticas que ilustrarán el lienzo de los VIII programas electorales con los que le van a intentar convencer. Los VIII evitan analizar acuerdos post electorales, y absolutamente todos hablan de que su pacto será «con los conquenses».
No tengo ninguna duda de que todos ellos aman a Cuenca como no tengo duda de que lo hacen de forma similar. Tanto que VIII de cada X de sus argumentos, si no son iguales, al menos, se parecen. Prometer la política y hacerla parecen lo mismo pero son acciones tan antónimas como a veces incompatibles.
VIII, número mágico que en China está asociado a la buena suerte hasta el punto de que incrementa el precio de los coches que lo lucen en la matrícula o de los pisos que se ubican en esa planta. ¿Recuerdan los Juegos Olímpicos de Pekín? Fueron inaugurados a las VIII de la tarde, VIII minutos, VIII segundos del VIII día del mes VIII del año MMVIII.
Aquí, a IXCCC kilómetros, VIII candidatos comparten el LXXX por C de las ideas. Piense bien, en todo caso, de qué color será la papeleta que vaya a depositar. Porque, con todo, no, no da igual ocho que ochenta.