Fuente de Pedro Naharro contará con un museo etnográfico

Manuel Rodríguez
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La generosidad de uno de sus vecinos, José Sevilla, que ha creado la Fundación Francisco Sevilla, permitirá a esta localidad conquense contar este nuevo recurso

Fuente de Pedro Naharro contará con un museo etnográfico

A lo largo de la historia, el hombre ha transmitido su forma de vida a las generaciones venideras a través de diferentes formas: la pintura, la arquitectura, la escritura y otras. Actualmente, son las instituciones públicas las que se encargan, en mayor medida, de esta transmisión mediante instituciones como museos, hemerotecas, libros y otros sistemas, sin perjuicio de que también haya intentos de iniciativa privada que, de forma generosa y desinteresada, contribuyen a ello.

A este selecto club pertenece José Sevilla García-Prieto quien en un acto de magna generosidad ha constituido con el Ayuntamiento de su pueblo la Fundación Francisco Sevilla a la que ha donado la casa que tenía en el pueblo, herencia de sus padres, para albergar un museo donde se recojan muchos de los instrumentos que se utilizaron tiempo atrás en el desarrollo de la vida cotidiana y que hoy resultan extraños y desconocidos para mucha gente.

José nació en una villa que fue de la Orden de Santiago y hoy es un pueblo de Castilla-La Mancha: Fuente de Pedro Naharro. Allí vio sus primeras luces, allí creció, echó raíces y dio sus primeros pasos en medio de trigales, cebadas, campos de girasoles, olivos y viñedos, que eran la base de la economía de la época en todos los pueblos de la zona. Pero como les ocurrió a tantos otros chicos/as del lugar, a una temprana edad salió del hogar familiar para ir a estudiar en busca de un futuro distinto al de sus padres y antepasados, que siempre vivieron de la tierra.

Y, tal vez, fueron los amplios horizontes de la llanura manchega los que influyeron en la generación de sus sueños e ilusiones y en el éxito de su vida profesional porque terminados sus estudios inició su periplo profesional en Madrid donde, gracias su inteligencia, a sus constantes ideas y a su buen hacer triunfó desarrollando proyectos de diversa índole y dando trabajo a numerosas personas.

Hoy, cuando la edad le impone una retirada de la vida laboral activa, ha iniciado un proceso de vuelta a sus orígenes y para ello ha donado lo más valioso que tenía: su tiempo y su dinero para llevar a cabo la ilusión que venía madurando desde hace tiempo que no era otra que hacer un museo dedicado a reflejar, a través de diferentes piezas y utensilios, cómo era la vida que vivió en su niñez.

Semejante acto de generosidad hay que ponerlo en valor y darle el mérito que merece sobre todo en estos difíciles tiempos en que el interés por lo público se limita, en muchos casos, a intentar obtener un buen rendimiento a cambio de casi nada. En estas circunstancias, contar con ciudadanos que entregan parte de lo mejor que tienen a cambio de nada es un lujo impagable.

Yo he visto cómo Jose Sevilla ha soñado con este proyecto, cómo le ha dedicado su tiempo libre, como se ha desvivido y quitado horas de descanso, viajando en busca de piezas que ha adquirido con cargo a su patrimonio y dejando de lado todo por realizar este sueño y después de tanto esfuerzo y trabajo desde este 20 de septiembre ya puede ver y sentir el exitoso gozo de ver realizado su sueño.

Sinceramente, personas así son privilegio para cualquier pueblo y en este caso el privilegio es para la Fuente de Pedro Naharro.

En fin, felicidades a la Fuente de Pedro Naharro por el museo y por contar con un vecino tan generoso y soñador.