Ahora que el calendario nos acerca irremediablemente al querido mes de mayo, traigo a esta suerte de memoria colectiva el recuerdo de calles y plazas inundadas por las notas y las voces de rondallas (la Primaveral y bastantes más) con los Bravo, Velasco, Ismael, Herminio…que se empeñaron cada primavera en amenizar y armonizar las noches mayeras. Herederas de aquellos, durante los años ochenta y noventa del siglo pasado llegaron a coincidir en la ciudad la Tuna San Julián (adscrita a aquellos estudios de Maestría), la del Colegio Menor Alonso de Ojeda, Acción Católica y, sobre todo, Derecho y Magisterio. Estas dos, en 1995, entendieron que la mejor manera de perpetuar una tradición que parecía condenada a desaparecer era caminar juntos creando la Tuna Universitaria de Cuenca, asumiendo a todos aquellos estudiantes del Campus conquense que, llamados por el arte del buen cantar y el buen yantar, quieren disfrutar de sus años universitarios bajo el paraguas de tan histórica, andariega, beberiega, comeriega y cantarina costumbre.

Desde entonces, y con los consiguientes altibajos en estos años, la Tuna Universitaria de Cuenca navega en el mundo musical a pesar de que los vientos de la sociedad no son propicios para este tipo de instituciones. Innegable es la alegría y el buen rollo que traen envueltos en sus capas e instrumentos, indispensables en cualquier celebración y necesarios para una sociedad en la que tan necesitados estamos de buenos momentos. Cada año son capaces de reunirnos en torno a una nueva edición de Tunavidad con el fin de sacarnos una sonrisa, hacernos pasar un rato divertido y colaborar con los que más lo necesitan ahondando en su parte solidaria (que no todo va a ser boleros, zarzuela, jotas y pasodobles). Y son buenos, muy buenos, en el panorama musical. Si tienen ocasión disfruten de su versión de Hermano Americano que pueden escuchar en su canal de youtube, lo disfrutarán.

El pasado fin de semana se desplazaron hasta San Cristóbal de la Laguna donde, en competencia con tunas de Huelva, Segovia, La Laguna y las Palmas de Gran Canaria obtuvieron los premios a la mejor tuna, el mejor pasacalles y la mejor ronda en el II Certamen Internacional de Tunas La Laguna, Ciudad Patrimonio. Ahí queda eso. Y no es la primera vez que son reconocidas sus interpretaciones en forma de múltiples premios en los diversos certámenes a los que han acudido, prácticamente no hay una ciudad española en la que un tuno conquense no haya actuado, parcheado o, simplemente, alegrado el día a propios y extraños. Siempre sentimos un punto de orgullo cuando uno de los nuestros obtiene cualquier premio, reconocimiento o galardón fuera de nuestra ciudad, así que imagínense cómo debemos sentirnos cuando se obtiene a más de dos mil kilómetros.

Hoy, que recuerdo los mil parches que dimos juntos, cansados de vivir aventuras por el mundo, reclamo (y reclamaré) para la Universitaria el apoyo necesario, público y privado, para aquellos proyectos en los que nos quieran envolver. Se lo merecen. Hoy recuerdo una canción que cantábamos entonces, hablaba de un balcón adornado con faroles…