A mediados de los años 90 del pasado siglo, el periodista y escritor conquense, Florencio Martínez Ruiz, rescató, del profundo olvido, la figura de la escritora y profesora conquense Magdalena S. Fuentes, que cabalgó vitalmente e intelectualmente entre dos siglos, el XIX y el XX. Tres artículos insertados en la prensa local de la época, en los que analizaba algunas de sus obras y brevemente su trayectoria vital, resucitaron para los conquenses, de alguna manera, la figura de una mujer famosa y popular para sus contemporáneos por su labor como novelista, periodista y docente.
Nacida en Cuenca en 1873 y bautizada en la parroquia de Santa Cruz, Magdalena vino al mundo en nuestra ciudad porque su abuelo, Valentín, llegó desde tierras burgalesas a nuestra capital para ejercer como Juez de Primera Instancia y aquí se quedó, residiendo en la calle Correduría, donde nacería y viviría su nieta sus primeros meses de existencia hasta que por motivos laborales del padre marcharan a la capital de España.
Comenzó estudios universitarios en 1890, pero la enfermedad del padre y su fallecimiento al año siguiente, provocó el abandono de los estudios por parte de Magdalena y su necesidad de incorporarse al mundo laboral como telefonista. En la capital oscense consiguió finalizar los estudios de maestra de Primera Enseñanza Elemental y los de maestra de Primera Enseñanza Superior. Después ganaría la cátedra de Letras de la Normal de Barcelona, permutada, después de un año, con la Escuela Normal Central de Madrid, donde impartió clases de Historia Universal y Física y Química.
Fue una docente que realizó una intensa didáctica de los temas pedagógicos con obras como Higiene y Economía doméstica, Método de Corte y varios tomos de Cuentos para niños, así como su fundamental Historia de la Civilización, en varios tomos, y una importante obra literaria y novelesca, Emprendamos nueva vida, premiada por la Casa Heinrich, de Barcelona, Gaytan de Aresti, Nudo gordiano, Cuentos de sábado, Flores de loto y El tesoro de Abigail. Su labor periodística fue ingente en cuanto a cantidad y calidad, publicando artículos en La Ilustración Española y Americana, Blanco y Negro y Labor Nueva que la situaron en lo alto de la popularidad.
La obra de docente, de escritora de novelas y de articulista de Magdalena de Santiago Fuentes interesó enseguida a la crítica especializada y de calidad; como ocurrió con sus novelas, que fueron ampliamente comentadas por el también conquense Andrés González-Blanco en Historia de la Novela española, además de en otras publicaciones importantes como Labor Nueva. Martínez Ruiz ha destacado que sus relatos y artículos aparecidos en La lectura y El Mundo fueron los que más relevancia periodística tuvieron.
Feminismo. La enconquensada Carmen de Burgos Colombine, verdadera y auténtica amiga de Magdalena y prologuista de alguna de sus obras, también mujer adelantada a su tiempo y, por ello, pionera del feminismo en España, señaló que en las novelas de Magdalena de Santiago (su género favorito), al igual que en sus actividades docentes, la conquense siempre buscaba un fin social, una propaganda del feminismo en acción, encarnados los errores y los méritos de las mujeres en los personajes de sus obras. En su novela publicada en Blanco y Negro, titulada Capullos de amor, Florencio Martínez Ruiz - que desde sus artículos pidió para la autora un acto de justicia literaria- ve en ella una delicia, plena de ternura y de intención social que venía a demostrar la calidad de su pluma y la grandeza de su corazón. Mientras que en su novela más extensa Emprendamos nueva vida, González Blanco destaca el análisis feminista como línea de fuerza de su estudio donde aprecia su erudición y "ciertos fárragos retóricos"…
Además de estas novelas, la obra de la escritora se prodigó en ensayos sobre economía doméstica, la higiene, la escuela y la patria, las excursiones escolares, los grandes inventos, libros de cocina para conocimiento de los niños...
Rodolfo Llopis, de nuevo otro enconquensado, dijo de ella, recordando el poco tiempo que vivió en Cuenca que "aunque nacida en nuestra ciudad, la abandonó tan pronto que apenas si recordaba su silueta. Sin embargo, atraída por el cariño que sentía por su pueblo, estudió con fervorosa devoción todo lo que se refería a su Historia, a su Naturaleza, a su Arte que conocía admirablemente".
Finalmente, Carmen Muñoz Olivares, Doctora en Filología Hispánica y profesora en la Universidad regional publicó en 2004 un extenso y muy documentado estudio, editado por la Diputación Provincial de Cuenca, que tituló Los rincones de la vida. Mujeres comprometidas: Magdalena de Santiago-Fuentes, que -como pedía Martínez Ruiz- hace justicia, trayendo el pasado vital y literario de Magdalena y lo proyecta en el tiempo presente…