¿Su conferencia sobre el humor en la obra de Caballero pretende en buena medida divulgar la figura de este ilustre conquense?
Efectivamente, mi pretensión era volver a recordar la figura de Fermín Caballero resaltando una de sus facetas más interesantes, como es la literaria, porque su figura está muy reconocida como político progresista de la primera mitad del siglo XIX, pero él fue también un excelente escritor, con un estilo alabado por autores tan importantes como Azorín; aparte de otros libros fundamentales, como La imprenta en Cuenca o la serie de biografías recogidas en Conquenses ilustres, escribió en prensa y fue un gran polemista y escritor satírico, en ese sentido he querido centrarme en su colaboración en la obra Los españoles pintados por sí mismos, muy característica de la literatura costumbrista.
¿Qué características principales tienen los textos de esa obra?
Son narraciones humorísticas que reflejan tipos característicos de la España del siglo XIX y la mentalidad de Fermín Caballero, siempre deseoso de renovar este país para conseguir avances en todos los órdenes. Se trata de textos con tono satírico, muy al estilo de Cervantes o Quevedo, al tiempo que con un conocimiento profundo de la realidad española.
¿Entronca con el regeneracionismo?
Caballero estaba convencido de que si en España se conseguía establecer un Estado liberal constitucional y, al mismo tiempo, se organizaba de manera racional la Administración podría conseguirse definitivamente el avance y el progreso. Precisamente sus sornas y bromas van en la dirección de reírse de lo antiguo por su intento de dejarlo en un segundo plano y establecer una España nueva. En ese sentido, podríamos calificarlo como un antecedente del regeneracionismo, aunque ese movimiento aparece a finales del siglo XIX y es otro fenómeno sí tiene mucho en común con uno de los prohombres de esa corriente, como fue Joaquín Costa, ambos tienen muchas similitudes, aunque sean generaciones distintas.
¿Como político sería prototipo de la corriente liberal más progresista?
Fue uno de los hombrees que, a la muerte de Fernando VII, planteó la necesidad de definir qué modelo de Estado quería España, distinguiéndose por su intento de consolidar un Estado constitucional. Desde 1833 a 1843 batalló en primera fila y de forma intensa para construir ese modelo y actuó desde el Partido Progresista para consolidar las libertadas y los derechos individuales en España, así como para que se llegase a establecer una Constitución que sirviera de guía para renovar el país. En esa formación política Fermín Caballero y Joaquín María López fueron los dos hombres claves de la época, sin duda fue una figura fundamental de la historia española de esos años.
Mantuvo siempre un estrecho contacto con su tierra, ¿no es así?
Sí, sobre todo con Barajas de Melo, de hecho vivió a caballo entre su pueblo natal, Madrid y algunos viajes a Cuenca capital. A él le gustaba vivir mucho más en el pueblo que en Madrid, aunque necesariamente tenía que ir allí -fue diputado y alcalde de la capital-, de hecho él quiso ser un labrador modélico y propósito de esto escribió un libro sobre el fomento de la población agraria que arroja una visión renovadora de la agricultura muy interesante, como igual de interesante fue su actividad como geógrafo, ya que conocía perfectamente las comunicaciones, la topografía y el territorio español y abogaba por el desarrollo de país en conjunto y en especial del ámbito rural.