El FS VivoCuenca comenzó un nuevo curso y en estos momentos ya se encuentra ejercitándose en plena pretemporada para llegar lo mejor posible al debut copero del 9 de septiembre y al estreno liguero del 17 de ese mismo mes. Hasta la fecha, el cuadro conquense «está cogiendo poco a poco el tono físico», asegura el técnico, Manolo Moya. Sin embargo, al grupo «le está costando adquirir los matices que hemos introducido en el juego», añade.
La plantilla no está cerrada porque aún tienen que llegar dos o tres jugadores que «supongan un refuerzo». La incógnita es si llegarán o no, porque el club lleva trabajando en esta cuestión durante varios meses y está encontrándose con serios problemas para dar con los perfiles adecuados. Manolo Moya reconoce que le gustaría que «fueran jugadores de la zona».
Otro de los problemas que está encontrándose el FS VivoCuenca en estas primeras sesiones de entrenamientos es el estado físico de dos de sus jugadores más importantes, como son Budia y Valen. Ambos arrastran lesiones del curso pasado y no terminan de estar al cien por cien. La mejor noticia para el club es que puedan estar a pleno rendimiento cuanto antes.
Hasta la fecha, el cuadro conquense ha disputado dos amistosos, ambos en el IV Memorial Julián Andújar de Casas de Benítez. Los de Manolo Moya se llevaron el trofeo tras perder ante el anfitrión, Benitense FS, (1-2) y ganar al EFS Socuéllamos (4-1). El siguiente compromiso de los conquenses es este sábado (12 horas) con motivo del Trofeo de San Julián donde recibirán de nuevo al filial de ElPozo Murcia en el pabellón El Sargal. «Es un partido muy difícil que nos servirá para seguir trabajando de cara a los encuentros oficiales», explica Moya. Más complicado aún será el amistoso que disputarán el 13 de septiembre en casa ante el Manzanares FS, que equipo de la máxima categoría nacional de fútbol sala.
Juvenil. El club confirma además que su equipo en categoría juvenil saldrá a competir después de saldar en positivo la campaña de captación de jugadores. «Es un equipo para disfrutar», afirma Moya, que destaca que hay futuro por delante porque muchos jugadores «son jóvenes con muchas ganas de jugar».
Con ello, el FS VivoCuenca prepara su nuevo curso, donde la «ilusión y el compromiso» vuelven a ser la seña de identidad de un club que solo conoce la palabra trabajo. Los resultados están por venir y la expectación es muy alta porque el primer equipo volverá a luchar por ese merecido y soñado ascenso de categoría.