Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


'Citius', 'altius' y 'fortius'

11/05/2023

Parece que nos tenemos que acostumbrar a vivir de fiesta en fiesta, lo cual no está nada mal. Si este año estamos inmersos en la celebración de Cuenca como Capital Gastronómica 2023 con un, digamos, singular programa de actividades, a principios de esta semana tuvimos conocimiento de que nuestra región será Región Europea del Deporte en 2024. No sé si habrá sido coincidencia o premeditado pero no está mal pensado, porque si ahora cogemos unos kilitos de más por el buen yantar, los podremos perder el próximo año usando zapatilla y pantalón corto en las, supongo, infinitas propuestas deportivas que tendrán lugar en Cuenca.  No le veo ninguna laguna a este plan, desde luego. 

Bien pensado, esto de hacer deporte tiene unos valores, unas cualidades que, sin género de duda, encuadran perfectamente en la idiosincrasia conquense. Durante todo un año, podremos ajustar el lema de los Juegos Olímpicos (sí, aquello de citius, altius y fortius) al quehacer cotidiano con el fin de unir la realidad capitalina a la práctica deportiva. Tenemos ya varios ejemplos. Asumiremos entonces que la pertinaz presencia de diversos andamios en el callejero de la ciudad responde a ser los más altius. Seguramente sea la explicación del que adorna el acceso al Santuario de las Angustias desde hace años, querer mostrar que somos más altius que nadie. Los encontramos en múltiples rincones de la ciudad pero este lleva prácticamente toda la vida con nosotros.

Para encontrar un ejemplo de citius conquense, solo tenemos que subir por las queridas escalerillas del Gallo. Allí, hace más de trece años comenzaron las obras de rehabilitación del Almudí que, parece que concluirá en un par de meses. Es cierto que en este proceso nos encontramos con diversas circunstancias (una pandemia y un incendio próximo entre ellas) como lo es que lo que bien parece lo que bien acaba pero, como ejemplo de eso que el olimpismo denomina «más rápido», la reforma y reapertura del edificio del Almudí, destinado a ser usado como un nuevo espacio cultural amén de la habitual sala de ensayo de la banda municipal, viene de perlas.

Ahora, lo que es fortius, fortius, es esta costumbre de sacar a licitación una obra por un importe para que se quede desierta y tener que realizar una nueva. Ocurrió con las obras de remodelación del barrio de La Paz y vuelve a ocurrir con el aparcamiento para autocaravanas. No sé si desde los diferentes órganos que licitan las obras municipales se afeita un huevo en cuanto a lo que a presupuestos se refiere, pero quizá deberían plantearse el que dichas licitaciones fueran ajustadas con el fin de no pasar por el trago de andar licitando diversas fases la misma obra.

Esperemos que ese espíritu deportivo que impregnará todos y cada uno de los rincones de la región llegue a nuestra capital con el único fin de adecuar los proyectos capitalinos al lema olímpico y así hacer buena aquella frase de Martin Luther King: «Siempre es el momento apropiado para hacer lo correcto».