Leo Cortijo

Leo Cortijo


El billete comprado y el equipaje listo

27/11/2023

Desde niño aprendí que el que algo quiere, algo le cuesta. Es más, mi vida la rige una máxima: Para conseguir la mitad de lo que sueñas hay que esforzarse el doble de lo que crees. Hay quien considera que a todo el mundo, tarde o temprano, se le presenta algún tren en el que subirse, pero yo no creo que sea del todo así. Cuando llega ese tren no solo tienes que tener el billete comprado y el equipaje listo, sino que en muchas ocasiones no para en la misma puerta de casa y tienes que ser tú el que se desplace hasta cierto punto para cogerlo a tiempo. Precisamente esta obligación de ir a buscar ese tren se convierte en perentoria si la situación que se va a dejar atrás dista mucho de lo bueno que esperamos en el nuevo destino. Es decir, cuanto más urgente y necesario sea cambiar el paradigma vital en el que nos encontramos, más lejos, con más ganas y con más ahínco tendremos que ir a buscar el tren que promete cambiarnos la vida.

Por eso me resulta tan loable lo que hizo la semana pasada la patronal conquense. Los empresarios se plantaron en la misma Puerta del Sol para 'vender' los beneficios de Cuenca como destino de proyectos empresariales. Allí reunieron a unos 80 inversores capitalinos y estuvieron arropados por las instituciones. Como debe ser. No sé si uno, una docena o ninguno de esos inversores acabará desarrollando una idea en esta tierra, pero el mero hecho de pelearlo, ya merece quitarse el sombrero ante la Confederación de Empresarios.

Durante la campaña electoral escuchamos que ésta iba a ser la legislatura de la industrialización de Cuenca. Hay que seguir cuidando nuestra gallina de los huevos de oro –turismo–, pero tenemos (debemos) lanzar un órdago definitivo en, primero, potenciar y fomentar nuestro sector primario y las empresas agroalimentarias. Tenemos algunas de las más importantes a nivel nacional. Y, segundo, generar una industria fabril que sea capaz de 'disparar' el empleo con notables plantillas. Mimbres para ello se están poniendo, y aunque es un proceso costoso, deberíamos acelerarlo todo lo que pudiéramos porque tengo la sensación de que se demora más de lo que nos gustaría. Por ejemplo, ToroVerde o, también, Sumitomo. Ambas avanzan en la línea correcta, pero tenemos tantas ganas de coger el tren que cualquier minuto de espera se nos hace eterno. Cuenca está ante la oportunidad de su vida y, bajo ningún concepto, puede desaprovecharla. Por favor, que nos pille con el billete comprado y el equipaje listo...