José Luis Pinós

Cal y arena

José Luis Pinós


Estado crítico de las instalaciones deportivas

23/05/2023

El próximo domingo tendrán lugar las elecciones municipales. En la última semana, los partidos que se presentan por Cuenca han hablado del deporte y de instalaciones deportivas, nuevas y viejas. Hay que recordar que en los últimos 12 años, en Cuenca los distintos ayuntamientos se han preocupado muy poco en mantener estas instalaciones. Así las encontrarán el Ayuntamiento que gobierne la próxima legislatura.

El actual estadio de La Fuensanta es un proyecto que tuvo cabida en un plan de infraestructuras deportivas de la Junta. El presupuesto del mismo estaba en torno a los cinco millones de euros. Tras poner cada parte un millón, el Ayuntamiento de Cuenca dejó de pagar y la Junta, lógicamente, también. Hoy, el recinto de La Fuensanta es una instalación inacabada. Los bajos están vacíos, no hay vestuarios (se utilizan los anteriores), no hay cabinas para los medios informativos, no hay cerramiento del campo, ni tampoco se ha realizado la urbanización de la zona prevista. Desde que se jugó por primera vez, Conquense-Castilla en agosto de 2011, pasaron más de 10 años sin que hubiese iluminación artificial aunque estaban puestos los focos, ni marcador aunque fuera manual, hasta que el Conquense gestionó uno. El último dinero invertido en La Fuensanta ha sido para arreglar los desperfectos provocados por individuos que, con romper un cristal, accedían al resto de instalaciones y robaron hasta el cobre de las tuberías de los futuros vestuarios.

El polideportivo El Sargal se construyó en 1973 y ha llovido mucho desde entonces, tanto que se despegan tres chapas del tejado, no se reparan a tiempo y por el pabellón corren ríos de agua. Por no decir el piso de la deteriorada entrada que permite filtraciones a los vestuarios que están debajo y que no se arregla.

Hay tres campos de fútbol con césped artificial que se utilizan constantemente, tanto en fútbol base como federado y que se construyeron con sólo dos vestuarios, a pesar de que se sabía que hay un partido tras otro durante los fines de semana. En los Tiradores se dejó de jugar hace un año porque el césped estaba tan infame que los niños se lesionaban gravemente. Para poner un césped nuevo se tardaron más de cinco meses. Los clubes se encontraron con que no tenían donde jugar, se aplazaron muchos partidos de deporte escolar y algunos se fueron a jugar fuera de Cuenca.

En el Obispo Laplana llevan años con duchas que no funcionan y con cerraduras de vestuarios rotas, incluso jugando el Conquense en División de Honor Juvenil. En el Joaquín Caparrós, la popular Bene, la borrasca Filomena rompió una tubería de agua por la helada, enero de 2021, y todavía los participantes en los partidos tienen que atravesar calles para ducharse en los vestuarios del Sargal.

Y el estadio de atletismo 'Luis Ocaña' sigue sin iluminación artificial y sin cerramiento, más allá de una alambrada, entre otras deficiencias. En fin, esta es la tarea que debe llevar a cabo el nuevo Ayuntamiento que salga elegido este domingo en las urnas.