Leo Cortijo

Leo Cortijo


El paseo marítimo de Carretería

29/05/2023

Como de política ya se ha escrito (y se seguirá escribiendo los próximos días) todo lo habido y por haber, prefiero centrarme en otro tema también de interés para el conquense. Al menos para el de la capital, y poco o nada tiene que ver con votos, urnas o pactos... pero sí con un hábito cada vez más extendido. A finales de mayo y primeros de junio, la ciudad de las Casas Colgadas se queda prácticamente vacía. No es que vayamos sobrados de vecinos, pero la coincidencia en el calendario de dos días festivos, uno regional y otro local, pegados y próximos a un fin de semana, hace que el común de los mortales acumule tres, cuatro o hasta cinco días de asueto para salir pitando. El 'macropuente' del Día de la Región y la Virgen de la Luz se ha convertido para muchos en la primera gran salida vacacional del año y, para no pocos también, la única, pues en agosto o septiembre muchos capitalinos de adopción optan por regresar a su pueblo de origen y juntarse con toda la familia y disfrutar de las fiestas patronales de turno.   

Así, a aquellos que en este momento –con el voto caliente todavía en la urna– ya preparan las maletas en dirección a la playa, fundamentalmente, se les hace la boca agua... Es cierto que este año, más que nunca, habrá que estar pendientes del cielo, y lo que este tiempo atrás era, casi en el cien por cien de las ocasiones, Benidorm, Gandía, Altea, Calpe o Jávea, este año igual hay que modificarlo por algún destino de interior más cultural o por la montaña.

Lo que está claro es que en la ciudad no va a permanecer ni el Tato. Los paseos marítimos y las playas de esas localidades bien parecerían Carretería cualquier día de diario a las doce del mediodía. Y es que algunos conquenses, y no es broma, se han encontrado con otros conciudadanos –y no uno ni dos– mientras paseaban en bañador con un mojito en la mano y un flotador en la otra. Es normal que, después del largo invierno y con una Semana Santa que aquí se vive más de puertas para adentro que hacia el exterior, haya esas ganas irrefrenables por salir. No lo reprocho, faltaría más y quién sería yo para hacerlo... pero dicho esto, sí me produce cierta pena, digámoslo así, que haya ese desapego generalizado –no es aboluto, ojo– hacia la Patrona de la ciudad. En otras latitudes de nuestra geografía, la Patrona se celebra por todo lo alto. Aquí por todo lo alto se celebra el baño en el Mediterráneo...