José Luis Pinós

Cal y arena

José Luis Pinós


Los conciertos en La Fuensanta

21/02/2023

No hace muchos días, el concejal de Festejos del Ayuntamiento de Cuenca, Mario Fernández, desveló que el estadio de La Fuensanta volverá este año a acoger conciertos a primeros de septiembre, es decir, con la liga comenzada. En principio, según las previsiones, serán dos conciertos casi consecutivos. Según las previsiones porque, entre otras circunstancias, dentro de poco hay elecciones municipales y ya veremos cuáles son sus secuelas. El hecho de que se celebren conciertos en el estadio de La Fuensanta, con capacidad para 4.000 localidades útiles, quitando lo que sombrea el escenario, más las sillas que se quieran situar sobre el terreno de juego, no debería ser noticia en sí, pero lo es por una sencilla razón: el gran deterioro que sufre el terreno de juego.

Esta circunstancia se pudo comprobar en extremos inconcebibles cuando en el verano de 2021, hace dos años, el tremendo escenario estuvo instalado casi dos meses y el terreno de juego no soportó tanto tiempo los miles de kilos del escenario. El resultado fue que cuando retiraron el escenario sobre el terreno de juego había surcos profundos de los que habitualmente vemos cuando uno siembra pepinos o tomates. Era el inicio de la liga y el Conquense se tuvo que ir a jugar al campo 'Luis Ocaña' durante varios partidos. Cuando volvió a La Fuensanta se dio cuenta de que las obras no habían reparado todo el daño. No era cuestión de poner césped, el peso del escenario había roto el drenaje y eso provocaba charcos y barro.

Como es habitual en esta ciudad respecto a instalaciones deportivas, no se afrontó el tema con la seriedad necesaria y, terminada la temporada 2021/22, lo que llegó fue nuevos conciertos para la Feria y Fiestas de San Julián, esta vez sin tanto tiempo con el escenario encima, por lo que los daños fueron menores que la barbaridad del verano de 2021. Sin embargo, hubo daños y el resultado lo estamos viendo durante la liga en la que utilizan el campo el Conquense y la Balona Conquense. 

Es decir, que el Ayuntamiento utilice una instalación para conciertos no es criticable, pero que no parece lógico que, cada vez que hay un concierto, la instalación sufra daños importantes que no terminan por arreglarse. Nos preguntamos por qué no se utiliza la plaza de toros, como se ha hecho toda la vida u otros escenarios como la Hípica (allí cantó Julio Iglesias) o el espacio del Serranía (allí cantó, entre otros, Raphael). Del Auditorio José Luis Perales no hablamos porque sus 900 butacas no hacen rentable los conciertos.

Es más, encontramos que en la antigua Fuensanta se celebraron puntualmente dos conciertos, el de Lenny Kravitz días antes de que el Conquense recibiera al Real Madrid en la ida de la eliminatoria por el ascenso a Segunda División en 2005 y el de Bob Dylan en julio de 2008. Como se hicieron las cosas bien y se protegió el terreno de juego, no hubo daños.
Vamos, que no es mala idea que el Ayuntamiento de Cuenca utilice sus recursos, lo que no tiene sentido es que sea a costa de deteriorar de manera grave esos propios recursos. Evidentemente, los clubes que utilizan, en este caso La Fuensanta, les importan un pepino.