Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Genoveva

21/09/2023

Genoveva Armero preside este jueves en Logroño la principal corrida de toros por San Mateo. Inspectora jefe de la comisaría de Hellín, en Albacete, es la única mujer del Cuerpo Nacional de Policía que tiene ese cargo en Castilla-La Mancha. Su pasión por la tauromaquia arranca muy atrás, hiende sus raíces en la familia y pasa indefectiblemente por su padre. Desde que comenzara su periplo en 2015 presidiendo festejos taurinos durante el Corpus de Toledo, su figura no ha hecho más que crecer hasta hacerse grande y conseguir un hueco en el corazón de los aficionados taurinos. Vela por sus derechos y la integridad de la Fiesta, exige a ganaderos y toreros a partes iguales y no consiente que se le suban a la chepa en un mundo de hombres. Es guapa, alta, atractiva e inteligente… Casi nada para una mujer del XXI que se desenvuelve sin complejos en uno de los artes más antiguos del mundo, el del sometimiento de la fuerza a la inteligencia atendiendo a un canon estético. Eso es la tauromaquia. 
La figura de Genoveva es interesante en este mundo de los toros, donde los ataques y clichés no han hecho más que proliferar. Parece que a la Fiesta sólo vamos unos cuantos, de una determinada manera y con una marcada filiación. Y eso no es verdad. El ejemplo más claro es esta comunidad autónoma, donde un gobierno de izquierdas protege y mima la tauromaquia. Lo que no tiene sentido es lo contrario, cuando los toros han sido un elemento vertebrador de España, uniendo a izquierdas y derechas sin atender a otros criterios que el estético y el buen gusto. Dalí, Lorca, Alberti y buena parte del Veintisiete cayeron hechizadas ante lo que el propio Federico consideraba como el arte más elevado. Lejos de lo que nos han hecho creer los animalistas, los brutos no somos nosotros… Hace falta tener una sensibilidad muy alta, una educación trabajada y un conocimiento estético desarrollado para apreciar la grandeza y la belleza de la tauromaquia. Uno no puede amar lo que desconoce; por eso es tan importante la labor pedagógica que debemos hacer los taurinos. Sensu contrario, la ignorancia es muy atrevida y no hay más que ver el histerismo en el que han caído los antis, que revientan a base de insultos y gritos una de las maravillas del mundo. El hombre se baja de Creta y Minos en la piel de un toro bravo y surca el Mediterráneo entero hasta traerlo a Francia y España. Pone su piel a tender y forma el tambor del llano por el que trotan los toros de Guisando.
Genoveva ha conseguido su propia divisa taurina, su distintivo. No le hace falta el apellido y ya todos sabemos de quién estamos hablando. Es seria, disciplinada y aunque parezca que no, tiene su corazoncito. A veces, en la plaza parece de hielo ante el público orejil, pero prestigia con sus decisiones lo que debe ser un espectáculo de nivel en que el hombre sale victorioso ante la fiera. Cuida la liturgia y las formas hasta el extremo y es que, por si alguien no lo sabe o no se ha dado cuenta todavía, la vida, igual que la tauromaquia, es eso… Detalle, precisión, finura, elegancia… Las veces que saca el pañuelo en el palco lo hace con decisión, firmeza y clarividencia. Me gusta porque ama al toro y no consiente que al aficionado le metan cabras en lugar de fieras. Lo cuida en su total integridad. Presidirá Sevilla o Madrid con el tiempo. La rubia de Albacete hará temblar a los toreros y ante ella se pondrán firmes ganaderos, cuadrilla, apoderados. Genoveva tiene nombre de pase taurino al igual que Verónica.