El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha detectado en Cuenca durante el pasado ejercicio un total de 8.290 dispositivos vulnerables; es decir, puntos de conexión a internet que han sido detectados como potencialmente comprometidos o vulnerables por estar afectados por algún software malicioso, mala configuración o expuestos en internet de forma no deseada.
Una cifra que sitúa a Cuenca como la provincia de la región con el menor volumen de estos dispositivos con problemas de seguridad. Clasificación liderada por Toledo, que aglutina el 44,3 por ciento de los 116.078 dispositivos detectados en Castilla-La Mancha. Le siguen Ciudad Real, con el 21,2%; Albacete, con el 15,3%; Guadalajara, con el 12,02%;y Cuenca, en último lugar, con el 7,14 por ciento.
Problemas de seguridad. Estos problemas de seguridad, que no ciberataques, según subraya el Incibe, corresponden en su mayoría, en el caso de los detectados en la provincia de Cuenca, a disponer de un sistema vulnerable y, por lo tanto, con fallos que pueden permitir que un usuario no legítimo acceda a la información o lleve a cabo de manera remota operaciones no permitidas. En esta situación se encuentran casi cuatro de cada diez (36,8%), mientras que el 30,4 por ciento es por cualquier otro tipo de actividad maliciosa relativa a ciberseguridad.
La vulnerabilidad del 17,2 por ciento de estos dispositivos es por formar parte de un conjunto de ordenadores infectados y controlados por una misma persona u organización criminal para llevar a cabo acciones maliciosas; amenaza ésta conocida como botnet.
Otro 14,9 por ciento, asimismo, tienen problemas de seguridad por malware; es decir equipos comprometidos por algún malware que no es específico de tipo bot, así como dominios o URL que alojan o distribuyen malware y ficheros detectados como malware por herramientas de análisis automático, entendiendo por malware cualquier pieza de software que lleve a cabo acciones como extracción de datos u otro tipo alteración de un sistema.
El 0,72% restante de estos dispositivos son vulnerables por un intento de intrusión o lo que es lo mismo un intento de acceso con el fin de explotar vulnerabilidades conocidas o un ataque desconocido.
Distribución geográfica. Uno de cada cuatro de estos dispositivos con problemas de seguridad (25,8%) se encuentran en la capital conquense, mientras que gran parte del resto se concentran en otras nueve localidades de la provincia.
En concreto, a la capital le siguen Tarancón, con el 7,8%; Quintanar del Rey, con el 7,4%;San Clemente y Mota del Cuervo, con el 6,5%; e Iniesta, con el 4,7%;Motilla del Palancar, con el 4,1%;Villamayor de Santiago, con el 3,2%;Valera de Abajo, con el 1,9%; y Minglanilla, con el 1,6 por ciento.
El informe del Incibe, de forma paralela, destaca que este organismo, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha gestionado durante 2022 un total de 118.820 incidentes de ciberseguridad en todo el país, casi un 9% más que en 2021 y que los más frecuentes han sido los fraudes online, como por ejemplo el phishing o el malware