Fundación Antonio Pérez inauguró ayer una muestra en colaboración con la Galería Estampa. La muestra se presentó con la compañía musical del grupo universitario Limlight Theria.
La exposición que se sitúa en la capilla del convento de las Carmelitas está compuesta por una treintena de temples sobre lienzo del pintor Luis Mayo. Doctor en Dibujo por la Complutense, este madrileño nacido en 1964 acudió a presentar su obra en compañía del director de la Fundación. Durante la inauguración explico la fuerza representativa de su obra la cual quería reflejar el concepto del objeto encuentrado que en palabras del artista, «Antonio Pérez nos ha enseñado»
Las pinturas muestran telas blancas en un bosque, creado con una gran rigurosidad de pincel y un gran dominio de la profundidad.
Iconográficamente estas sábanas libres podrían recordar a las apariciones de los disparates de Goya, o los paños fúnebres que Piero de la Francesca usaba en algunas de sus obras. Luis Mayo emplea los recursos del género pictórico de pliegues y ropajes para transmitir al espectador que fuera del marco se encuentra un objeto que conoce y hace variar a en su conocimiento del medio y la obra a quién lo observe.
Las series se han realizado en exclusiva para la capilla de la Fundación y se titulan Encuentros, aporta un gran valor gracias a la presencia de los paños blancos en el pintar de esta muestra, que centra su atención en las telas, las cuales se disponen cerrando un sendero y hacen al espectador imaginar que se esconde entre estos encantados objetos.
Apariciones, es la segunda parte de la muestra y deja entrever bajo la misma línea de estos linos blancos, telones que abren al espectador el escenario del bosque.
Este nuevo encuentro gira en torno a un espacio artístico que propone el ilusionismo de la pintura figurativa, un auténtico placer a los ojos del espectador que se acerque a la capilla de la Fundación.
«He intentado reflejar el poder que ejerce esta antigua capilla sobre la obra, realizada en exclusiva para esta sala, representando un símil a la crucifixión», comenta Luis Mayo.